SANTA ANA. El clima político caldeado que se vive en esta localidad tuvo otro pico de tensión ayer con una marcha que se realizó por la mañana y en la que participaron vecinos, empleados comunales y funcionarios que apoyan al intendente local, Pablo Castro, enfrentado con su antecesora, la ahora diputada provincial Mabel Pezoa.Quienes participaron se movilizaron desde la Municipalidad hasta el acceso al pueblo y desde allí hasta la iglesia San Pantaleón. Algunos de los presentes profirieron insultos a Pezoa cuando pasaron frente a su búnker, que funciona en una asociación civil.Castro sostiene que Pezoa le poner palos en la rueda. “Todo esto que está sucediendo lo sabíamos antes, porque había personas que nos contaban allá arriba. Y nos decían todos los palos en las ruedas que nos estaban poniendo a nuestro Gobierno”, indicó en una entrevista radial a la que accedió en la víspera. La interna renovadora se hizo explícita cuando estalló el escándalo por la mudanza de la sede actual del Registro de las Personas. Castro y su grupo rechazan la mudanza. Y los allegados de Pezoa, la apoyan. A esta altura queda claro que tal diferencia es una excusa: los cruces iban a empezar tarde o temprano.




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