POSADAS. “Volvíamos tranquilos, contentos, cuando vi que había un poco de vidrio en el asfalto. Le dije a mi hijo y después todo se oscureció. Y no recuerdo más nada”. El testimonio pertenece a Patricia (41), la mujer que resultó víctima de un cobarde ataque vandálico en el Acceso Sur de Posadas, el último viernes de madrugada.Así se lo contó a PRIMERA EDICIÓN Néstor Correa (45), periodista local y esposo de la víctima, quien en diálogo con este medio reiteró parte de la conversación que mantuvo con su mujer, quien volvió a hablar después de permanecer internada en terapia intermedia del Hospital Madariaga.“Finalmente pudimos charlar, me quería contar cómo fue. Y me dijo eso”, reveló Correa a este medio, en relación con las palabras publicadas al inicio de este artículo.Ayer por la tarde Correa continuaba entremezclado entre el dolor, la angustia, la incertidumbre, la impotencia y la bronca por todo lo que sucedió y porque aún no encuentra responsables acerca de lo que ocurrió (ver “Un hecho….”).“Preguntó por su hijo, que iba manejando el automóvil”, recordó el hombre, quien continúa con los pesados trámites burocráticos para trasladar a su mujer a Buenos Aires, para tener una última opinión de los mejores especialistas oftalmológicos del país.“Hay nervios que están comprometidos, esperamos que una intervención no afecte el otro ojo”, confió Andrés, mientras espera algún tipo de respuesta de las autoridades, que pese a lo mediático del caso mantienen el silencio. En ese sentido, reconoció que “el único que se acercó” fue el titular de la cartera de Salud provincial, Oscar Herrera Ahuad.El último diagnóstico al que tuvo acceso la familia indica que Patricia sufrió “estallido de globo ocular, quemosis conjuntiva y ruptura de esclera”, una membrana que recubre el órgano visual. Pese a ello, no pierden las esperanzas en hallar un tratamiento para que Patricia pueda recuperar al menos la movilidad del sector, en caso de que se le coloque una prótesis.La mujer fue alcanzada por una pedrada en el acceso Sur de Posadas cuando circulaba como acompañante en automóvil, junto a sus hijos, alrededor de las 2 del viernes pasado. Hubo dos denuncias horas antes por casos similares. Un hecho “sin responsables”Pese a la gravedad de las lesiones que sufrió la víctima, el caso aún no tenía detenidos en las últimas horas. Si bien es cierto que resulta difícil poder dar con el autor de la pedrada que le costó el ojo derecho a Patricia, los familiares de la mujer dijeron que todavía nadie se acercó, por ejemplo, a hacer pericias al vehículo, a la piedra misma, que quedó en el interior del automóvil.“Todavía no tuve tiempo de hacer la denuncia porque estoy con mi mujer y también tramitando el traslado a Buenos Aires”, dijo Andrés Correa, esposo de Patricia, quien espera que las autoridades actúen de oficio y detengan a los responsables del cobarde ataque, apenas uno de los tantos denunciados.Hasta ahí, la cuestión de los responsables materiales. Es que Correa sostiene con fundamentos que la Policía actuó con negligencia, habida cuenta de que confirmó que hubo dos llamados previos al 911 por agresiones similares y nadie hizo nada. En ese sentido, en diálogo con este diario reiteró que aún “no apareció” ninguna autoridad para dar explicaciones al respecto.





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