BUENOS AIRES (NA). El Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos consideró ayer que la “rebaja en los precios de los medicamentos debe ser inmediata”, y culpó a los laboratorios por negarse a modificar los precios.Según el gremio, “Caeme (empresas multinacionales), Cilfa (empresas nacionales) y Cooperala (cooperativas de capital argentino) se niegan a rebajar los precios aduciendo el alto componente del dólar; sin embargo, la incidencia de la moneda extranjera no supera el 15% en la mayoría de los medicamentos”.Esas entidades “no firmaron el acuerdo para retrotraer el precio de 18 mil medicamentos. Sólo ofrecen congelar el precio de 600 productos, pero es insuficiente ya que suelen ser productos de poca utilidad terapéutica”, enfatizó el sindicato, en un comunicado.Además, recordó que la Secretaría de Comercio autorizó en 2013 un aumento promedio de 18%, pero en diciembre de ese año y enero 2014 -cuando cambió el titular de ese área- “se produjeron incrementos promedio del 30% que no están justificados”.“Los laboratorios dicen que subsidian al Pami y a las obras sociales, pero no es verdad, ya que el subsidio lo paga la farmacia con la bonificación que se le cobra por atender al afiliado”, advirtió el gremio.Y puntualizó que los laboratorios “de marca, se niegan a bajar sus precios porque gastan mucho en marketing y premios y regalos al médico que incrementan el precio del producto, mientras la cámara que nuclea a los laboratorios genéricos (Capgen) sí aceptó incrementar sólo 9%”.Sin acuerdosEste lunes, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, admitió que el Gobierno nacional no logró aún fijar un acuerdo de precios con laboratorios, ya que las empresas del sector propusieron una reducción en los valores de 18.000 medicamentos pero fue rechazada por el Ejecutivo porque no abarcaba los productos de mayor demanda entre la población.En ese contexto, el funcionario se quejó de los comerciantes que “remarcan alevosamente” los precios.“Observamos que la oferta desde el punto de vista de reducción de precios no está formada por aquellos productos de mayor nivel de demanda relativa”, indicó Capitanich en su conferencia de prensa diaria.Agregó que por su parte el Gobierno nacional propone a “los laboratorios establecer precios que no excedan el 7,5% respecto a diciembre”.“En ese sentido no hay acuerdo en el proceso de negociación y las observaciones formuladas están en que los precios que ellos estipulan para 18.000 productos no son los de mayor demanda”, añadió.El jefe de Gabinete insistió en que los laboratorios plantean un esquema de reducción de precios en aquellos medicamentos que claramente no tienen un gran nivel de demanda.“No sirve que no aumente los productos que no se consumen”, insistió Capitanich.Por otro lado, reveló que desde el Gobierno nacional se propuso a los laboratorios “retrotraer los precios con un porcentaje de aumento equivalente al 7,5% respecto a diciembre y establecer a partir de ahí un mecanismo de fiscalización”.También anunció una reunión con la red que forma parte de distribución de medicamentos porque habían planteado su preocupación respecto a la comercialización, aunque adelantó que la Secretaría de Comercio identificó determinados medicamentos que incrementaron su precio sin justificación.“Manifestamos que algunos medicamentos han tenido un incremento desmesurado y a su vez destacamos enfáticamente a los laboratorios respecto a las decisiones unilaterales sin notificar debidamente a la Secretaría de Comercio”.En ese orden expresó que en el índice de precios al consumidor difundido por el Ministerio de Economía, del 3,7%, los medicamentos se encuentran entre los que más aumentaron.“Ahí estamos focalizando la atención porque son productos de carácter sensible. El Estado interviene porque son aquellos que forman parte de la canasta básica y esencial de las familias argentinas. Es una cuestión compleja, difícil y nosotros defendemos al consumidor”, indicó.“El Gobierno no les aumenta el precio a los consumidores, los que aumentan son los comerciantes, industriales y proveedores, porque pretenden una maximización de los ingresos y no les importa otra cosa”, destacó.“Hay una responsabilidad directa que es de los comerciantes industriales y supermercados que remarcan de manera alevosa. Muchas veces las cadenas provinciales tienen precios más bajos que las grandes cadenas”, agregó. Rentabilidad sin límitesEl secretario de Comercio, Augusto Costa, sostuvo que en el país hay “abusos” con los precios, pero aseguró que desde el Gobierno no se va a “limitar la rentabilidad empresaria” para frenar esa situación.“Lo que estamos viendo hoy es un abuso (con los precios). Los aumentos de los salarios en Argentina en los últimos 10 años fueron impresionantes, pero eso no justifica ni permite aceptar que te saquen esa plata del bolsillo”, advirtió el funcionario.En un reportaje que concedió a la revista Hamartia, Costa explicó que cuando hay un “Estado muy preocupado por mejorar las condiciones de vida de todos los argentinos, sobre todo los más postergados, al mismo tiempo hay formadores de precios que pretenden aprovecharse de esa situación cobrando precios más caros”.“Los formadores de precios se apropian así de lo que debería corresponderle al consumidor o a eslabones más débiles de la cadena como los pequeños productores, que están más descentralizados y son pocos y tienen que negociar con las grandes empresas”, añadió. Costa dijo que “ahí aparecen rentabilidades no razonables o precios no justos. Por eso estamos con nuestra política de administración de precios, para evitar esos abusos”. Además, el funcionario rechazó que el Gobierno busque limitar la rentabilidad empresaria.





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