PUERTO IGUAZÚ. Uno de los detenidos imputados por el crimen de Porfirio Martínez (65), el hombre asesinado a palazos y machetazos por una patota en lo que habría sido el desenlace de un pleito ligado a la posesión de tierras, declaró en las últimas horas ante la Justicia y confesó haber golpeado a la víctima, aunque fundamentó el ataque en que el sexagenario los había provocado previamente.Así lo pudo saber PRIMERA EDICIÓN en base a sus fuentes, que confirmaron que el joven de 18 años identificado con el nombre de Lorenzo compareció a última hora del jueves ante el magistrado Juan Pablo Fernández Rissi, al frente del Juzgado de Instrucción 3 de la Tercera Circunscripción Judicial, con asiento en Puerto Iguazú.En las próximas horas está previsto que los otros ocho detenidos que tiene la causa también comparezcan ante Fernández Rissi. Las fuentes aseguran que para los detectives de la Policía el caso está prácticamente cerrado.Rompió el silencioContrariamente a lo que suele suceder en este tipo de casos, el muchacho de 18 años no se abstuvo y habló ante la Justicia en relación a su participación en el crimen de Martínez.De “peso” en el barrio 25 de Mayo y las inmediaciones, donde se ganó “respetó” en base a su violento accionar, el muchacho relató que efectivamente formó parte de la “patota” que hace exactamente una semana irrumpió en la vivienda de la víctima, emplazada sobre calle Estanislao López, en una zona conocida como la “prechacra” de Puerto Iguazú.Si bien confesó que golpeó de un puñetazo a Martínez, el joven al parecer intentó desligarse de las agresiones más graves que terminaron con la vida del sexagenario. Y con relación al motivo del ataque, negó que se haya tratado de un hecho premeditado y apuntó a una reacción del violento grupo ante las provocaciones de la víctima fatal.“Ellos nos provocaron y nosotros respondimos”, habrían sido las palabras del joven, quien además dijo que, pese a que estaban armados con machetes, cuchillos y aparentemente palas, aseguró que transitaban por la vía pública sin intenciones de pelear hasta que el dueño de casa salió a su encuentro con otras intenciones.Así las cosas, la Justicia continúa con la investigación y aguarda por la versión que brinden los otros ocho detenidos que tiene la causa. El caso, al menos para los detectives de la Policía de Misiones, ya está esclarecido.Martínez fue sorprendido alrededor de las 21 del sábado 8 de febrero en su vivienda de calle Estanislao del Campo, en momentos en que excavaba un pozo de agua junto a su hijo, de 18 años, y su nuera, de 32.Fueron entre diez y quince las personas que agredieron al hombre a punta de pala, machete y palazos. Pese a que intentó defenderse con un cuchillo, sufrió graves lesiones que horas después le provocaron la muerte.Lo que en principio parecía un conflicto vecinal terminó transformándose en una nueva disputa territorial, de las tantas que aquejan a Puerto Iguazú, una ciudad horrorizada por este tipo de hechos.El último domingo la Policía arrestó a dos jóvenes de 18 años vinculados al hecho. Sin embargo, la investigación de la Unidad Regional V no terminó allí y el martes pasado fueron aprehendidos un adolescente de 16 y su madre de 38, identificada con el nombre de Rosa.Testigos le contaron a la Policía que era la mujer quien comandaba el violento grupo, que habría llegado al predio de Martínez a increparle por una vieja disputa ligada a un terreno que habría ocupado junto a su familia. A esos cuatro aprehendidos se le sumaron otros cinco apresados durante la jornada del último miércoles. La Policía cree que todos forman parte de una patota “de peso” que podría asemejarse a una “mafia de las tierras”. Fiel reflejo de esas sospechas son los elementos secuestrados a la mujer cuando fue detenida, quien llevaba entre sus prendas una sevillana y una “manopla” de hierro, entre otras tantas armas.




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