SANTA ANA. La niña, de sólo doce años, no pensaba contar lo ocurrido pero no tuvo opción: la hemorragia no paraba y pidió auxilio en forma desesperada a la abuela, con la que vive en la localidad de Santa Ana. Así la triste historia de una violación trascendió y permitió que la Policía detuviera a los responsables.Quizás aterrada por las amenazas de los depravados, intentó callar. Pero el destino quiso que la verdad saltara a la luz. En el preciso momento en que la niña era examinada por el médicos, sonó su celular. Eran los infames recordándole que no contara nada.Allí, en ese preciso instante, intervino la división Investigaciones y la comisaría de Santa Ana, dependientes de la Unidad Regional X. Los policías se hicieron pasar por la víctima por intermedio de su celular y rápidamente determinaron dónde se encontraban los sospechosos.Confirmada esta información, aguardaron la llegada a Santa Ana del juez de Instrucción Marcelo Cardozo, a cargo del Juzgado de Instrucción 7, para iniciar el allanamiento en la chacra en que se refugiaban los criminales.Así los sospechosos fueron aprehendidos y puestos a disposición de la Justicia.Se trata de un adolescente de 16 años, quien habría participado en la violación y hecho las veces de entregador para el cómplice, un depravado de 22.De acuerdo con los primeros datos de la pesquisa, el adolescente sería amigo de la niña y hasta solía concurrir a su domicilio, en el barrio Las Rosas de Santa Ana.Él era quien contaba con la confianza de la menor y de su abuela.Lo único que trascendió del hecho en sí es que habría ocurrido a metros de la plaza principal de Santa Ana, entre las 22 y la medianoche del jueves pasado, aunque no hay más precisiones.Al cierre de esta edición la víctima se mostraba bloqueada psicológicamente y era asistida por personal especializado de la Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional X.En la chacra allanada, los investigadores secuestraron los celulares de los acusados y sus prendas de vestir, que eran peritadas por la Policía Científica en busca de pruebas de lo ocurrido.Tras el procedimiento, la Justicia dispuso que el adolescente fuera alojado en el Instituto Correccional y de Menores (UP IV) de Miguel Lanús.El mayor, en tanto, quedó detenido en la comisaría de Santa Ana, a disposición del juez Marcelo Cardozo, quien en las próximas horas lo citará a indagatoria.





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