RESISTENCIA, Chaco. El misionero Raúl “El Gusano” Menocchio, sobre quien pesan dos condenas a perpetuidad, por tres aberrantes crímenes cometidos en esta provincia y en Corrientes, fue trasladado ayer desde la Alcaidía de Resistencia a la Unidad Penal 6 de Rawson, provincia de Chubut, por cuestiones de seguridad, indicaron fuentes del procedimiento.La última condena a prisión perpetua contra el misionero fue en la causa por el doble homicidio del terrateniente, de origen italiano, Manuel Roseo y de su cuñada, Nélida Bartolomé.Ambos fueron asesinados en forma brutal el 13 de enero de 2011, en la localidad chaqueña de Juan José Castelli. El móvil del hecho fue quedarse en forma ilegítima con la estancia “La Fidelidad”, de 250 mil hectáreas, que comienza en Chaco y se extiende incluso hasta Formosa.Aunque no hubo confirmación oficial, trascendió que la decisión sobre el traslado de Menocchio se habría acelerado con el antecedente de evasión del otro sentenciado a perpetuidad por el caso Roseo: Claudio Gómez, quien el 2 de enero pasado se escapó del complejo penitenciario de Roque Sáenz Peña. Su paradero aún es desconocido.El operativo de custodia y trasladado del convicto misionero fue digno de un filme de Hollywood. Comenzó a las 7 con la participación de efectivos del Cuerpo de Operaciones Especiales (COE); el Departamento de Investigaciones Complejas, la Dirección General Policía Caminera y Policía de Seguridad Aeroportuaria.Menocchio fue conducido al aeropuerto Internacional de Resistencia y desde allí, a la Unidad Penal 6 de Rawson.Allí cumplirá las condenas por los crímenes de Roseo y Bartolomé; y del cineasta correntino Claudio Nozzi. Paraguayya no insisteMenocchio era solicitado hasta no hace mucho por la Justicia paraguaya debido a su presunta vinculación con el doble homicidio de un empresario argentino, de apellido Maciel, y de su esposa, en Asunción.La pareja fue ultimada a balazos y depositada en dos tambores de 200 litros aproximadamente, repletos de cal.Sin embargo, la exigencia de extradición parece haber menguado en los últimos tiempos. Y es bastante lógico. El misionero probablemente vuelva a ver el sol ya anciano; si es que lo logra, al menos por los conductos legales. Por ende, y ante su probada peligrosidad, las autoridades del vecino país estimarán más conveniente tenerlo bastante lejos.





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