BUENOS AIRES (NA). El secretario general del gremio de La Fraternidad, Omar Maturano, confirmó que Daniel Scioli, Sergio Massa y José Manuel de la Sota fueron invitados a participar del plenario sindical convocado para el 20 de enero próximo por iniciativa de Hugo Moyano y José Luis Barrionuevo.“Hoy cursamos invitaciones a Massa, Scioli y De la Sota”, aseguró Maturano sobre el encuentro que se realizará en Mar del Plata, a la vez que volvió a instar a la “unidad” de la CGT.El jefe del gremio de maquinistas indicó: “Muchos de nosotros tenemos que sacarnos los apetitos personales y bregar por la unidad de la CGT, si no nos va a resultar muy difícil”.En declaraciones a radio América, el gremialista instó a “estar juntos” y señaló que dividida la central obrera “sólo le sirve a otros poderes”.Luego del encuentro del que participó con el jefe de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, y el líder de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, Maturano confirmó que habrá un plenario el 20 de enero en Mar del Plata par plantear la unidad de la central obrera.El viernes pasado, Moyano y Barrionuevo acordaron convocar a un plenario que también incluyera a la CGT oficialista que conduce Antonio Caló, para hablar de la agenda de reclamos que comparten las tres centrales.Además, invitaron a participar a los dirigentes que se perfilan como candidatos presidenciales del peronismo para 2015 y a autoridades de la UIA y la Federación Agraria.Maturano indicó que la intención principal del encuentro es “ver cómo se unifica la central obrera porque se vienen momentos difíciles”.Tras volver a reclamar paritarias “sin techo”, el sindicalista indicó que se están “sufriendo suspensiones y despidos”.“Vamos a pedir aumento salarial, pero vamos a ver la inflación, porque el año pasado firmamos por el 23% porque el Gobierno decía que no iba a haber más inflación. Como mínimo tenemos que reclamar el 30%”, remarcó el titular de La Fraternidad.La cita ocurre a las puertas de las paritarias, que con los comentarios que surgieron en los primeros días del año ya prometen ser conflictivas. De concretarse, llevaría un enorme dolor de cabeza al Gobierno, que teme que los números que baraja para los aumentos que salgan de las negociaciones se vean condicionados por una “unidad en la acción”. Es que si algo puede hacer que el sindicalismo supere sus diferencias es el reclamo salarial.





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