POSADAS. Por el mal estado de su infraestructura y la falta de controles al fraude y al hurto, la empresa de electricidad de la provincia pierde hasta un 30% de la energía que compra a la distribuidora nacional. Esa pérdida es electricidad que se le “escurre” y representa una diferencia económica más para la deficitaria empresa. Una pérdida que difícilmente se recupere pronto, debido a la constante falta de inversión en mantenimiento, los millonarios gastos en personal y en la estructura que el Gobierno subsidia anualmente con millones y millones.Las pérdidas quedaron reveladas en un documento interno del Sindicato de Luz y Fuerza, en el cual se informa a los afiliados “sobre los avances del trabajo sobre las pérdidas de energía eléctrica que estamos realizando en la comisión Inter Gerencial”.Julio Héctor “Cachilo” Rodríguez es el jefe del Sindicato de Luz y Fuerza hace más de veinte años y actualmente está alineado con el presidente de Emsa, Sergio “Piti” Ferreira. Rodríguez fue presidente de Emsa y participó de la conducción de la empresa durante los últimos veinte años, por lo tanto no puede desconocer la situación.Ahora, como si no hubiera tenido participación anterior, la “Secretaría de Política Energética” del gremio señala que “se trata de una cantidad de energía que se deja de vender y por lo tanto son recursos que no ingresan y que podrían destinarse a la mejora de nuestra empresa. Para que tengan una idea de lo que estamos hablando, debe recordarse que la pérdida de energía es la diferencia entre toda la energía que compramos más la que ganamos, menos la energía que vendemos”.“En términos globales, la diferencia planteada asciende al orden del 20%, pero este número está disimulando la situación real con que estamos trabajando. Teniendo en cuenta que vendemos a las cooperativas el 40% con pocas pérdidas, en las zonas donde distribuimos sin cooperativas, perdemos mucho más, alrededor del 30%”, finaliza el documento gremial.En el informe al que accedió PRIMERA EDICIÓN, se recuerda que “esta comisión surge por inquietud del Sindicato y en acuerdo con las autoridades de la empresa para estudiar y/o recomendar las soluciones para las importantes pérdidas de energía eléctrica que tenemos”.El dato generó respuestas internas. Algunos “históricos” creen que Rodríguez tiene mucha responsabilidad en la situación actual de la empresa. Uno de los que salió a contestar fue Roque Gervasoni, con cargo de subgerente. “Otra vez hablando de lo que no hicieron. Sinceramente pienso que la mejor colaboración que el Sindicato puede hacer en materia de pérdidas no técnicas, es callarse la boca”, señaló Gervasoni y recordó que “en los últimos días del 2007, con la presencia de Héctor López Ricci como presidente, no tuvieron empacho en disolver la Gerencia de Inspecciones técnicas, dedicada plenamente a la detección y corrección del hurto y fraude en toda la provincia”.Remarcó aquella tarea como “cierres de gabinetes con candados en barrios de Iprodha, que a su vez servían para reparar los deteriorados tableros generales de medición, la colocación de tapas y precintos en los puestos de medición, con cableado anti hurto, la colocación masiva de limitadores en las villas en progreso, plan al que le falto el complemento que era la medición general del consumo del barrio”, pero enfatizó que todo ello “quedó diezmado por rencores gremiales del secretariado”.“Hoy de nuevo recuperan la memoria y quieren hablar de pérdidas no técnicas (…) lo mejor que pueden hacer es guardar silencio y dejar a la empresa que resuelva sus problemas con el criterio de la conducción actual, ya hicieron mucho mal”, finalizó Gervasoni.




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