POSADAS. El número de personas mayores de 65 años que conservan su permiso de conducir crece sin cesar. Cada automovilista consultado por PRIMERA EDICIÓN reconoció que disponer del auto proporciona más libertad. En especial si se trata del grupo de adultos mayores que se sienten cada vez más activos y, en algunos casos, son totalmente reacios a pasar a ser un peatón más. Según la Ley de Seguridad Vial argentina, no hay una restricción referente a la edad para conducir. Hasta ahora, ésto lo establece únicamente el chequeo médico al que se deben someter los automovilistas durante el trámite para conseguir la renovación del carné.Los únicos límitesDe acuerdo a algunos datos que se desprenden del Centro Municipal de Emisión de la Licencia Nacional de Conducir, ubicada en el barrio El Palomar de Posadas, no son tantos los que, con más de ochenta años, conservan las capacidades psicofísicas adecuadas para manejar sus propios vehículos con seguridad, en especial en lo referido a la buena visión, algo fundamental para ser parte del tránsito. Pero, al mismo tiempo, como no hay elementos legales que lo restrinjan, si el examen médico así lo permite, las personas de más de 71 años acceden a un descuento de 43 pesos para renovar la licencia. Vale decir que actualmente, quienes tengan entre 21 y 70 años, abonarán el permiso por el valor de 258 pesos. Eso sí, la ley establece un límite a la vigencia de permiso de conductor, a saber: a los 16 años, sólo se emiten licencias para motos. Desde los 17, autos y motos. Pero en todos los casos, desde los 16 hasta los 21, el carné vence cada año.A partir de los 21 hasta los 65 años, la cédula puede tener una vigencia máxima de cinco años, según lo que desee el automovilista y se encuentre en sus posibilidades económicas. A los 66 y hasta los 70 inclusive, es válida por tres años y desde los 71 y mientras que un doctor lo apruebe y permita, las autorizaciones para manejar se otorgan por un año, con descuento, tal como se señaló más arriba. Mueren más peatones que conductoresSeñalan las estadísticas propias de este diario que, en 2013, el grupo conductores de la franja entre 65 años y 81 años fue el que experimentó menor grado accidentalidad: once muertos al frente de un vehículo, contra una cifra muy superior a la de los adultos mayores que fallecen atropellados siendo peatones: más del doble. Esto da por tierra a cualquier prejuicio o pensamiento infundado, que se suele escuchar repetir por ahí de que “a cierta edad hay que resignarse y aceptar que su nueva condición debe ser la de peatones”. En esta línea, el asesor de la primera escuela de Educación Vial Integral de la Argentina, Juan Servera, un jubilado de 83 años, argumentó a este diario que “un conductor capacitado para ser parte del tránsito no se demuestra por la edad que pueda tener, sino por la educación. En Argentina se maneja mal y a diario ocurren accidentes fatales, no porque haya más conductores longevos o porque los autos sean más veloces. Simplemente hacen falta escuelas de capacitación para conductores. Cuando se entienda esto, se reducirán los siniestros y muertes”. Los más veteranosAlgunos, o muchos, habrán leído o escuchado la historia de Bob Edwards, quien recorrió hace unos meses medio planeta cuando trascendió que este neozelandés, de 105 años, era el conductor más longevo de su país. Después de 88 años conduciendo, todavía sigue poniéndose al volante, tres veces por semana al menos, para recorrer los 15 kilómetros que separan su casa de una tienda. Y el caso de Edwards, que nació el mismo año que Henry Ford lanzó el famoso Modelo T, no es el más excepcional: aún le faltan tres años más de veteranía para superar el récord del estadounidense Fred Hale, que condujo hasta los 108 años, según el Libro Guinness.




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