POSADAS. A una semana del brutal homicidio de la maestra jardinera Isolina Jazmín Stang, más de cien personas, entre familiares, amigos y allegados, se reunieron ayer a la tarde para concretar una ceremonia religiosa en su memoria. En la ocasión también estuvieron presentes autoridades policiales y de organizaciones barriales de la zona de Itaembé Miní. En ese sentido, se anunció durante la convocatoria que en breve se llevará a cabo una marcha en pedido de mayor seguridad en dicha barriada, teniendo en cuenta que el asalto callejero que derivó en la muerte de la docente no es el primero en ese populoso sector de la ciudad. Cabe recordar que por el sangriento y violento episodio actualmente hay un detenido, de 21 años y sindicado como responsable de la puñalada que acabó con la vida de la infortunada mujer, quien era madre de tres hijos de 15, 16 y 19 años. La situación del imputado es cada vez más complicada en la causa, teniendo en cuenta que los peritos incautaron prendas de vestir con manchas de sangre que, se presume, corresponden a la víctima; el arma blanca que su hermano menor escondió a la vera de un arroyo en el barrio Belén la cartera de Stang y por si fuera poco, una testigo clave en el caso lo identificó sin titubear en la ronda de sospechosos. Resta el resultado de la prueba de ADN sobre sus prendas de vestir y, si arroja positivo, su destino estaría sellado. No sería otro que el de prisión perpetua, tal como ya reflejó este diario en el seguimiento del resonante caso y que conmocionó a gran parte de Misiones y del país.“Plena confianza en la Justicia”Adrián Benjamín Acosta, quien fue pareja de la víctima y es el padre de los tres hermanos que quedaron huérfanos de madre por el crimen, estuvo presente ayer durante la ceremonia religiosa. En diálogo con PRIMERA EDICIÓN manifestó que la convocatoria “fue iniciativa de los vecinos y allegados a Isolina y además padres de los alumnitos en el jardín de infantes donde ella trabajaba. Es importante el acompañamiento de las personas que estaban en contacto constante con ella, para toda la familia”. Con respecto al indescriptible momento que vivieron los hijos de la víctima al enterarse de la pérdida de su madre, dijo que “es una cuestión bastante difícil, cada uno tiene su carácter y su forma de absorber las cosas y reciben apoyo y contención”. Finalmente, sobre la investigación del homicidio, el hombre reveló que “creería que la Justicia va a obrar correctamente, el magistrado en turno se comunicó conmigo y me dio garantías legales. Por el momento hay muchas cuestiones técnicas que resolver y que luego se irán plasmando en el proceso judicial. Tengo plena confianza en que el responsable directo de esto tendrá sus consecuencias legales”. El crimenIsolina Jazmín Stang residía en el barrio Hospital, en uno de los accesos principales a Itaembé Miní. Fue asesinada de una puñalada en el corazón aquel fatídico lunes 6 de enero, cuando aguardaba el colectivo en una parada ubicada sobre la avenida 147, de acceso a Itaembé Miní. Eran poco antes de las 6 cuando la sorprendieron dos criminales, el de 21 años (actualmente detenido en la Unidad Penal VI) y el otro de 13 (inimputable). Se cree que el mayor intentó arrebatarle la cartera, ella se resistió y, como respuesta, recibió un puntazo que le cortó la base de la aorta, según la Policía.




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