PUERTO IGUAZÚ. Las tierras que conforman las Dos Mil Hectáreas de Iguazú, ésas por las que existe una disputa de más de una década, nuevamente se mancharon ayer de sangre. En medio de un conflicto entre dos grupos que se disputaban la ocupación de las mismas, un joven perdió la vida al ser alcanzado por un disparo en la cabeza, en medio del confuso enfrentamiento.Las autoridades identificaron a la víctima como Leandro Medeiros (19), quien recibió un impacto de bala en la parte posterior del cráneo, cerca de la nuca, y falleció durante la madrugada de ayer en el hospital Samic de Eldorado, hasta donde había sido trasladado de urgencia, según pudo saber PRIMERA EDICIÓN.Las primeras versiones indican que Medeiros formaba parte de un grupo que expulsó violentamente del lugar a otros ocupantes ilegales, quienes habían llegado a un acuerdo con el propietario de las tierras para permanecer allí. Al enterarse de lo sucedido, el presunto dueño -investigan si realmente posee el título de propiedad- arribó a la escena y se produjo un enfrentamiento que acabó con el crimen del joven.El gravísimo episodio desnuda una vez más la tensión constante que existe en la zona de las Dos Mil Hectáreas y en otros sectores de Iguazú por la ocupación de tierras fiscales, un drama que ya derramó sangre en octubre de 2004 con el salvaje homicidio del dirigente Rolando Guardiola (42), muerto a puñaladas en ese mismo lugar (ver “El asesinato de Guardiola”).Luego del episodio, el magistrado Juan Pablo Fernández Rissi, al frente del Juzgado de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, ordenó la realización de una autopsia, que se llevaría a cabo en las primeras horas de hoy y permitirá establecer precisiones sobre el brutal ataque.Mientras tanto, efectivos de Investigaciones de la Unidad Regional V y de la comisaría seccional Tercera trabajan intensamente para establecer cómo sucedió el hecho, según se informó desde el sector de Prensa de dicha Unidad.Confuso enfrentamientoLa historia comenzó a gestarse en la madrugada del último sábado, cuando un grupo conformado por unas 18 familias ocupó de manera ilegal una suerte de “espacio verde” en la zona de las Dos Mil Hectáreas, unos seis kilómetros al sur del centro de Puerto Iguazú.Al enterarse del hecho, el presunto dueño de esas tres hectáreas se presentó en el lugar y, luego de dialogar por algunos minutos, les cedió una porción de ese terreno a las familias.La novedad trascendió los límites del sector. Tanto que, alrededor de las 19 de ese mismo día, arribaron a la escena unas cincuenta personas, quienes ingresaron al predio e intimidaron a aquel primer grupo mediante gritos, machetes, palos y la utilización de pirotecnia. Así lograron expulsarlos y quedarse con esa porción de la tierra. Aunque familiares de Medeiros aseguran que el joven no formaba parte de los violentos y que solamente fue a compartir una ronda de tereré con amigos, los investigadores sospechan lo contrario.Este diario pudo saber que los entonces expulsados se trasladaron hasta la casa del presunto propietario y le contaron lo que había sucedido. Fue entonces que el hombre juntó a un grupo de personas de su confianza y llegó hasta el punto de conflicto. Hasta el lugar también arribaron vecinos de la zona, animados por el miedo a perder sus propiedades.Fueron unos veinte hombres los que llegaron a la escena junto al supuesto dueño, en motocicletas y otros vehículos, preparados para el choque. Y como si se tratara de una guerra, literalmente, allí esperaban los usurpadores con más pirotecnia e inclusive bombas tipo “molotov”.El lamentable conflicto armado se inició alrededor de las 1.30 de ayer. Fue una sucesión de empujones, agresiones verbales, golpes de puño y botellas encendidas por el aire. También estruendos. De los cohetes y, en medio de todo, del disparo de un arma de fuego. Todo en medio la noche. Confusión total.Nadie sabe cómo ni quién fue, pero cuando la situación se calmó, Medeiros fue hallado por sus propios familiares en el suelo, inconsciente, sobre un charco de sangre y con signos de haber sido alcanzado por un proyectil en la cabeza.Fue trasladado por sus propios cercanos hasta el hospital Samic de Puerto Iguazú, donde los médicos confirmaron que tenía un orificio de entrada en la parte posterior del cráneo, cerca de la nuca. La bala jamás salió de su cuerpo.Ante la gravedad del caso, se ordenó un rápido traslado desde ese centro asistencial hasta el Samic de Eldorado, donde lamentablemente Medeiros falleció alrededor de las 7. Su cuadro era irreversible.La Policía tomó intervención del caso alrededor de las 2, una vez que la víctima fue atendida en el Samic de Iguazú. Los uniformados llegaron a la escena del crimen y secuestraron varias cajas de vino, restos de pirotecnia -petardos y “tres tiros”- y al menos dos explosivos del tipo “molotov”.Anoche los uniformados buscaban pistas que permitan llegar a los autores del hecho, un trabajo complicado teniendo en cuenta el hermetismo con el que se manejaban los protagonistas del pleito, uno más entre tantos registrados por la posesión de la tierra en Puerto Iguazú, una pesadilla que volvió a cobrarse una vida. El asesinatode GuardiolaEl antecedente más claro vinculado a un asesinato por la ocupación de tierras en Misiones lleva la memoria nuevamente a las Dos Mil Hectáreas de Puerto Iguazú.En la mañana del 27 de octubre de 2004, el por entonces presidente de la Asociación Civil de Trabajadores Rurales de Iguazú (Actri), Rolando Guardiola, fue ultimado a puntazos por dos hombres en un camino de ese lugar.El polémico dirigente defendía el movimiento de los “sin tierra” que intentaban ocupar las tierras de la zona y hasta había forjado una escuela en las Dos Mil Hectáreas. Días antes había denunciado amenazas.




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