SAN VICENTE. Unas 25 familias ocuparon un predio de 4.500 metros cuadrados ubicado al margen de la ex ruta nacional 14, a la altura del kilómetro 1.255. La Policía se encuentra custodiando el lugar por orden de la Justicia, con el propósito de que los actuales ocupantes no ingresen materiales de construcción y para que no se sumen más personas. El intendente Waldomiro Dos Santos y el dueño de la chacra lindante al lugar radicaron la denuncia de intrusión contra los vecinos del lugar, que sería un sobrante de la ex arteria nacional. El 29 diciembre pasado, estas personas ocuparon un terreno de 150 metros por 30, que sería un remanente de la ex ruta nacional 14. Levantaron sus carpas con improvisados toldos y esperan que el Ejecutivo municipal les permita afincarse en el lugar. Son pobladores de la zona que se dedican a changas y labores rurales y que hasta entonces vivían en precarias casas o en chacras prestadas.La situación habitacional en la Capital Nacional de la Madera es muy alarmante. En el último año, PRIMERA EDICIÓN publicó un informe donde reveló la existencia de más de 1.500 personas anotadas o que realizaron consultas para acceder a una vivienda del Iprodha. Aparte de esos interesados, hay un grupo social de muy bajos recursos que directamente no intenta acceder a una vivienda y solo pretende una porción de terreno para vivir con su familia. Este último caso es el de este grupo de gente que realizó la intrusión.El predio, una margen del viejo trazado de la ruta nacional 14, pertenecía a esa arteria pero, una vez que se habilitó el nuevo recorrido, pasó a dominio de la provincia y -por disposición- a los municipios donde se encuentran geográficamente. Según los ocupantes, esta sería “una porción de terreno que pertenecía a la ex ruta nacional y el que tiene el dominio es el Municipio”.Reunión con concejalesLuego del ingreso de las familias al lugar, el propietario del lote lindante hizo la denuncia ante la Policía y luego siguió el mismo trámite el intendente Dos Santos. A partir de entonces comenzó una investigación y el Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente ordenó a la Policía custodiar el predio para que nada ni nadie ingrese al lugar, para que no se levanten casas por lo menos hasta que se determine a quién pertenece el lote y si se pueden quedar o tienen que irse del lugar los ocupantes.El último miércoles, las familias se reunieron con los concejales y les explicaron la situación en la que están, pidieron que intercedan ante las fuerzas policiales para que les dejen entrar materiales y maderas para hacer una vivienda mas reforzada que las carpas que tienen instaladas, pedido del que los ediles tomaron nota pero sin comprometerse a nada, argumentando la existencia de una orden judicial.Pedido de los ocupantesIrene Bernal (53 años) es una ocupante del lugar y expresó que “los que estamos acá no somos intrusos. Somos familias que no tenemos terreno y vivimos en lugares prestados. Este es un sobrante de ruta que estaba encapuerado y que queremos que la Municipalidad nos venda. Es un remanente de la ex ruta 14 y le pertenece a la Municipalidad, por eso le pedimos al intendente que solucione nuestra situación y nos permita tener nuestro terrenito propio”.Bernal recalcó que “somos argentinos y tenemos derechos. Los que estamos acá no tenemos terrenos propios y las autoridades lo pueden comprobar muy fácil, porque les mostramos donde vivíamos y van a ver que no tenemos nada nuestro, solo este terrenito de 10 x 15 metros que nos separamos cada una de las familias que estamos acá”.Por su parte, Mirian González Ortiz (26 años), otra de las ocupantes, tiene turno para una cesárea el lunes próximo. Además tiene dos chicos que corren con sus vecinitos por el predio lleno de troncos que quedaron de la capuera. Mirian dijo a este diario que “yo vivía con mi esposo y mi familia en una chacra donde trabajábamos de vez en cuando. Ahora tenemos que salir porque los dueños nos pidieron el lugar y no tenemos adónde ir. Todos los que estamos acá estamos en las mismas situaciones y este sería un lugar para hacer nuestra casita y vivir dignamente”.A su turno, Federico Rodríguez, otro ocupante, señaló que “hace seis meses hablé en forma informal con el intendente y le dije que necesitábamos un lugar para vivir y que este sitio estaba abandonado y si nos daba permiso para entrar. Él nos dijo que iba a lotear el lugar y ya tenía a quien meter aquí. Un día hablamos y decidimos entrar y limpiar para nosotros”.





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