MENDOZA (NA). Un hombre aseguró que ayudó varias veces a Luciana Rodríguez, la nena de tres años que murió el martes pasado tras recibir una fuerte golpiza en Mendoza, y que inclusive llegó a pelearse con su padrastro, mientras que la Policía no recibió sus denuncias sobre los malos tratos que recibía la víctima con la excusa de que la presentación la tenía que hacer un familiar. En tanto, la fiscal de Delitos Complejos Claudia Ríos abrió una investigación sobre la actuación de dos organismos provinciales: la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf) y el OAL, Órgano de Aministración Local, al considerar que se tenía conocimiento sobre la precaria situación de la menor desde marzo pasado y no se tuvo conocimiento.José Medina, un hombre de 33 años que se desempeña como cuidacoches que también se gana la vida lavando vehículos, aseguró que su vinculación con Luciana se inició el 31 de diciembre pasado cuando la sintió llorar dentro de la casa, luego que su madre y su padrastro salieran de la casa que usurpaban con sus hermanas pequeñas. “¿Mami venga, qué le pasa, está solita?”, le dijo a la pequeña a través de una rendija recordó en declaraciones a Diario Uno. La pequeña le dijo que estaba sola que y que tenía mucha hambre, por lo que Medina le compró un yogurt, un sandwich y enseguida llamó a la Policía. Cuando ya efectivos de la comisaría tercera se encontraban en el lugar, acudió la madre de la menor, a la que Medina le recriminó haber abandonado a la pequeña por dos horas y media. El último episodio ocurrió el 2 de enero cuando intentó hablar con la madre de la menor y esta, enfurecida, lo echó al arrojarle agua hirviendo. Después, recibió amenazas de la Policía de que si volvía a acercarse a la familia iba a terminar preso. “Era evidente que la querían matar”, fue la expresión del cuidacoches ya con la noticia de la muerte de la nena. El triste desenlace se produjo el martes último cuando Jorge Orellana, el padrastro de la niña, la llevó ya muerta a la guardia de una clínica con fuertes golpes en la cabeza. Los médicos intentaron revivirla, pero no pudieron hacerlo, y poco después comprobaron que el hombre se había ido, por lo que realizaron la denuncia. Poco después fueron detenidos Orellana y la madre de la niña, una joven de 24 años llamada Evelyn Sánchez con antecedentes por drogadicción y que aparentemente se dedicaba a la prostitución, señalaron las fuentes consultadas. Priscila: los padres pidieron declararBUENOS AIRES (NA). La madre y el padrastro de Priscila, la nena de 7 años hallada incinerada y asesinada a golpes en un arroyo del partido bonaerense de Berazategui, pidieron prestar declaración indagatoria y el trámite se cumplirá hoy, a partir de las 10. Silvia Beatriz Lafuente y Pablo Verón Visconti, detenidos desde el martes pasado en la sede de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes, se habían negado a declarar este miércoles, poco antes de ser formalmente acusados de "homicidio agravado" por el fiscal que entiende en el caso, Carlos Riera. El pedido de indagatoria fue formulado por el defensor oficial de la pareja acusada. Según dejaron trascender fuentes de la investigación, la principal hipótesis apunta a que la menor fue asesinada a golpes por su propia madre y su padrastro ayudó luego a descartar el cuerpo al incinerarlo en la parrilla en la casa de la familia, en la localidad de Hudson. Siempre de acuerdo con la principal línea de investigación, el cuerpo de la nena fue llevado finalmente hasta un arroyo cercano en un cochecito de bebé que fue encontrado posteriormente, duranteun allanamiento, en la casa. Una información extraoficial señalaba que el propio Visconti, un efectivo de la Policía Federal en situación de disponibilidad, se quebró antes sus colegas bonaerenses y relató esa sucesión de hechos, aunque ese testimonio carecería de validez legal. La misma línea fue reforzada por el testimonio de un pastor de una iglesia protestante, que en diálogo con el Canal América, dijo que la mujer le confesó el crimen de la niña poco después de cometerlo. "Cuando sucedió lo que sucedió, me llamó dos o tres veces, me contó lo que había hecho y preguntó ´¿qué hago ahora?´", expresó el religioso, que lidera un grupo de autoayuda al que asistía la sospechosa. "Golpeé a mi nena y apareció muerta", le dijo la mujer según el pastor, quien le aconsejó ver a un cura, porque la notaba "como poseída". El pastor refirió que en varias oportunidades la mujer le dijo que su problema era el mal comportamiento de la menor, que se mostraba constantemente agresiva y a la que "no podía contener".





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