POSADAS. Nélida estuvo nueve días internada y en coma tras ser atropellada. Finalmente ayer regresó a su domicilio, en la localidad de Dos de Mayo, y apenas puede recordar lo que le sucedió. Pero de algo está segura: al volante del automóvil que la embistió iba un joven. “Yo vi que era un joven el que manejaba, pero luego me contaron mis familiares que en la denuncia que radicó el padre figuraba como que el hombre mayor conducía”, relató con voz entrecortada la menor, quien tiene 14 años. Fue su hermano quien se presentó ante la comisaría luego del lamentable accidente de tránsito. “‘Ya no podés denunciar nada porque el conductor del auto ya estuvo e hizo su propia denuncia’, me dijeron los policías, y no me tomaron declaración, nada”, contó Benjamín, de 29 años.No obstante, quien brindó todo el apoyo y la contención para Nélida y para su familia, que es de condición muy humilde y reside en el barrio Tealera de Dos de Mayo, es su tío, Fernando Espíndola. En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el hombre relató que “el accidente de tránsito ocurrió el pasado 19 de diciembre a las 21.30 sobre la ruta nacional 14, en Dos de Mayo. Ella fue asistida primero en un hospital de la zona y luego, por la gravedad de las lesiones la derivaron al hospital Ramón Madariaga de Posadas, donde estuvo internada nueve días en coma. Luego “me enteré de que ella estaba muy mal y comencé a movilizarme, para saber qué sucedió exactamente. En la comisaría de Dos de Mayo a la familia de mi sobrina no le dejaron hacer denuncia y hay una testigo del hecho, de 18 años y amiga de Nélida, que la acompañaba en ese momento. Sabemos que esa chica tiene mucho miedo de hablar porque el hombre involucrado tiene mucho poder. Cuando pedí una copia de la denuncia de esta persona, que es juez de Paz de El Soberbio, grande fue mi sorpresa porque figuraba que él iba al volante del Peugeot 407 involucrado, cuando mi sobrina me dijo que la persona era joven y que era el hijo de este funcionario, que tiene 67 años”. “No me quedó otra que dirigirme personalmente a las autoridades policiales, en este caso la Jefatura de Policía -con sede en la capital provincial- y radicar una denuncia dando cuenta de lo sucedido, para que por lo menos se inicie una investigación, porque nos enteramos de que al parecer ni siquiera hubo pericias en la escena”, señaló indignado Espíndola, quien pese a ser también de condición humilde le tendió una ayuda económica a sus parientes, quienes se ganan la vida en la chacra. “Está en manos de Dios” Espíndola recordó los terribles momentos que pasaron junto a la adolescente mientras estuvo en terapia intensiva. “Cuando entró en coma los médicos nos dijeron que no había nada que hacer, que estaba en manos de Dios. Finalmente Dios la salvó”, resumió aún emocionado porque su sobrina esta con vida. Sin embargo, el hombre lamentó que “ella no va a poder ir a la escuela, tenía que empezar séptimo grado y en ese estado no puede volver a estudiar. Sufrió un golpe tremendo en la cabeza, en los brazos, piernas y espalda. No recuerda bien las cosas, se marea y camina con muchísima dificultad”. “No puedo creer que la gente involucrada en el accidente aún no se comunicó con nosotros, al menos para preguntar si necesitábamos algo. Lo que yo reclamo es justicia y que se investigue lo sucedido, que los responsables reconozcan lo que pasó aquella noche y que esto no sea otro caso que quede impune”, puntualizó Espíndola.





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