POSADAS. Finalmente, y tal como lo anticipó PRIMERA EDICIÓN, Ernesto Pinti Álvarez se reincorporó ayer a Crucero del Norte, en el tercer día de entrenamientos que lleva adelante el equipo misionero, con miras a la segunda rueda del torneo de la Primera B Nacional.El delantero paraguayo llegó bien temprano al predio de Santa Inés y participó de la doble jornada que diagramó el entrenador Iván Delfino junto a su cuerpo técnico, en el inicio de la puesta a punto del equipo, que quiere seguir haciendo historia en la segunda categoría del fútbol argentino.A simple vista, se notó que Pinti llegó al club bastante excedido de peso, con signos de no haber llevado adelante el plan de trabajo que sí ejecutaron los demás integrantes del plantel en las breves vacaciones.Si bien todo parece color de rosa con el regreso del goleador al equipo, la situación se mantuvo tensa en las prácticas, porque tantos sus compañeros como el entrenador todavía mastican la bronca por la irresponsabilidad del jugador, que no cumplió con lo que se había pautado luego de disputar el último partido del año pasado.La bronca se inició el viernes, cuando “Pinti” brilló por ausencia en la primera convocatoria del plantel a los entrenamientos.El atacante paraguayo trabajó con normalidad, mientras que desde el club los dirigentes todavía no se expresaron al respecto, ya que en un primer momento el presidente del club había asegurado que habría una sanción para el jugador, que no cumplió con su trabajo en los primeros días de entrenamientos.Cabe recordar que “Pinti” firmó un contrato con el club Colectivero hasta junio de 2014, que la institución misionera quiere que lo cumpla a rajatablas.Ahora Crucero entrena con el plantel completo y todavía no se cierra el capítulo en cuanto a una nueva posible incorporación.La idea del club es hacer uso de la plaza que le queda y podría inscribir un segundo refuerzo, ya que el primer en llegar fue el también paraguayo Blas Irala, que juega de mediocampista central.





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