POSADAS. La irresponsabilidad de quien debería dar el ejemplo casi desata una tragedia. Y no sucedió así sencillamente por causa divina. Una patrulla, asignada a la Comisaría de la Mujer de la UR I, chocó ayer a las 8.30 con una camioneta marca Chery Tiggo en el cruce de las avenidas Lavalle y Maipú. Por fortuna, no hubo que lamentar víctimas de consideración, lo que no resta gravedad a un episodio protagonizado por un hombre preparado y capacitado para prevenir justamente lo contrario: que el ciudadano común conduzca en estado de ebriedad en virtud de los altos índices de muertes al volante.En este caso, sucedió todo lo contrario. El que arrojó resultado positivo no fue el chofer de la camioneta, sino el propio policía. Fuentes de Jefatura indicaron que habría dado 1,5 gramos de alcohol por litro de sangre.Testigos directos del incidente consignaron que no hacía falta un test para darse cuenta que el uniformado estaba en estado de embriaguez.La patrulla, un Chevrolet Corsa recientemente incorporado al parque automotor de la Policía de Misiones, iba al mando de un agente de 23 años, que se desempeñaba como chofer en la Comisaría de la Mujer de la UR I (calle Córdoba casi Félix de Azara).El tiempo verbal guarda relación con la medida que adoptó la Jefatura de Policía ni bien tomó conocimiento del lamentable episodio.A través de Asuntos Internos dispuso el pase a disponibilidad del agente, razón por la que se le retiró la pistola y la credencial sin derecho a gozar de los correspondientes beneficios.Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN indicaron que se dispuso además la apertura de sumarios a la cúpula de la Comisaría de la Mujer de la UR I (jefe, subjefe, oficial de guardia y oficial de servicio).La decisión tiene una explicación en cómo se habrían desarrollado los acontecimientos.Al parecer, el policía arribó en estado de ebriedad y nadie -ninguno de los mencionados- tomó la precaución de controlar al personal, máxime cuando una hora antes del choque se produjo el relevo de guardia y personal.“Se presentó a trabajar en mal estado y quienes tienen la responsabilidad de controlar al personal no lo hicieron. Entonces existe también en ellos una responsabilidad funcional”, consignaron ayer desde la mismísima Jefatura de Policía.El patrullero circulaba por avenida Lavalle, al parecer en dirección Sur. En sentido contrario lo hacía la camioneta Chery Tiggo, conducida por un hombre de 42 años, llamado Tomás, y su hija de catorce.Según contó este hombre al sitio YaMisiones, el patrullero habría pasado en rojo, lo que hizo inevitable la colisión.Padre e hija fueron rescatados del coche y trasladados de urgencia al hospital Escuela Ramón Madariaga.Allí, afortunadamente, se informó más tarde que habían sufrido lesiones de escasa consideración, aunque nadie les sacará jamás el trauma de la tensión vivida.El móvil policial quedó destruido en su parte delantera y terminó sobre la vereda Oeste de la avenida Lavalle, zona por la que no caminaba ningún peatón porque sino la historia habría sido diferente. Habrá que ver quién se hará cargo de la reparación de la patrulla, en virtud de que ningún Seguro reconoce derechos a un conductor alcoholizado. Es de esperar que no sea el contribuyente otra vez.





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