POSADAS. Las altas temperaturas que se registraron en Navidad provocaron que la gente se vuelque en un gran número a los balnearios El Brete y Mártires, como así también a la de Miguel Lanús -habilitada parcialmente- lo que representó una doble tarea para los guardavidas, quienes se encontraron con una sorpresa desagradable: la falta de policías en el número adecuado, algo que desde la fuerza de seguridad tendrán que corregir.El director de Balnearios, Sergio Balatorre, se mostró muy preocupado con la situación que vivió el personal a su cargo, y en declaraciones realizada en la víspera reconoció que estuvieron “muy intranquilos con la falta de policías para prevenir grescas o hacer las tareas habituales de observación a las personas que están tomando alcohol…”, en especial en El Brete, lugar al que se estima concurrieron unas siete mil personas el último miércoles.En esta ocasión, señaló Balatorre, hasta tuvieron que modificar la modalidad de trabajo. “Como guardavidas nuestro compromiso también pasa por prevenir, hablar con la gente, no solamente con la que está en el agua, sino con quienes estén en la playa. Pero en esta ocasión di la directiva que no se haga nada de ello porque se podía entrar en roces con la gente, ya que había varios con alto grado de alcoholización y sin la presencia y el apoyo policial representaba un verdadero riesgo. Es por eso que solamente se remitieron al control de la playa desde los puestos con el objetivo principal de evitar ahogamientos”, dijo el funcionario.De acuerdo a los testimonios de algunas personas que concurrieron a El Brete en Navidad, durante la tarde, lo más llamativo fue el estado etílico de muchos jóvenes, quienes incluso se metían al río y seguían consumiendo la bebida que llevaban en los termos, sin que nadie haga algo para evitarlo. Hasta hubo algunas familias que se molestaron con el acoso que sufrieron de parte de los envalentonados con la ingesta de alcohol y se retiraron mucho antes de lo que tenían previsto.Balatorre aseguró que “hubo solamente dos policías para controlar a siete mil personas”, e incluso cuando terminó el horario de los guardavidas a las 19, mucha gente quedó metida en el agua. “Siempre cuando llega el fin de nuestro servicio los retiramos a todos con la ayuda de la policía, pero esta vez no pudimos hacerlo porque no había el personal (policial) necesario”, resaltó Balatorre, por lo que muchos bañistas quedaron hasta entrada la noche en el río.Como contrapartida, Balatorre destacó el apoyo recibido por parte de la Prefectura Naval Argentina, que dispuso de dos motos de agua y una embarcación como apoyo permanente en El Brete.





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