POSADAS. El avance de los estudios para la construcción de las represas de Garabí y Panambí podría ser motivo de un nuevo conflicto diplomático con la República Oriental del Uruguay, que se sumaría al de la pastera Botnia y las restricciones de nuestro país al comercio bilateral.Según informaron los medios de ese país durante el fin de semana, “Argentina violó el Estatuto del Río Uruguay ya que no informó a la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) sobre un gigantesco proyecto hidroeléctrico que construirá en conjunto con Brasil” y se agregó que “Uruguay reclamará información ya que la obra puede cambiar el curso de las aguas y alterar el caudal de Salto Grande”, según publicó El Espectador.“Argentina está incurriendo actualmente en algo que en forma sistemática y desde por lo menos 2005, cuando Botnia anunció su instalación, acusa a Uruguay: la violación del Estatuto del Río Uruguay al no aportar información sobre obras o proyectos que puedan afectar a este curso fluvial”, indicó en referencia a los dos emprendimientos hidroeléctricos que se impulsan junto con Brasil que se ubicarán entre las provincias de Misiones y Corrientes.¿Por qué Argentina debe informar a Uruguay de un emprendimiento como éste, que se hace con otro país? Porque estará ubicado sobre el río Uruguay, y como marca el Estatuto firmado en 1973 entre ambas naciones, cualquier proyecto similar deberá ser notificado ante la CARU. Las relaciones entre Argentina y Uruguay están descompuestas desde la instalación de la pastera Botnia en el vecino país y las sucesivas protestas que comenzaron hace al menos cuatro años en la provincia de Entre Ríos, donde activistas ambientalistas acusan de contaminación de las aguas.En los últimos tiempos, las restricciones económicas del Gobierno argentino erosionaron aún más la relación.Esto cobra relevancia ya que Argentina denunció en su momento a Uruguay ante el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya por, precisamente, “no haber aportado información” sobre las obras de la pastera en un conflicto que sigue hasta hoy. Los uruguayos ahora dicen que están habilitados “a opinar, hacer recomendaciones y eventualmente reclamar mayor información sobre estas obras o establecer reparos”.Señalan que se alterará el cauce normal del río, inundando, afectando y desplazando a varios miles de personas de sus comunidades, destruyendo lugares históricos y la muerte de los ecosistemas y su biodiversidad. Según informaron fuentes de la CARU, en un análisis que se realizó hace pocos días en ese organismo pero que no figura en actas, la delegación argentina admitió que los proyectos Garabí y Panambí deben pasar por allí, señaló el diario uruguayo. Los uruguayos consideran que contar con información es de suma importancia ya que las represas pueden cambiar el caudal de la represa Salto Grande, ubicada entre Uruguay y Entre Ríos.





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