ELDORADO. El ataque fue feroz y hasta cobarde. Trece personas, entre ellas una mujer y un adolescente de 17 años, irrumpieron como salvajes en la casa que habitaba un changarín y a fuerza de golpes y hasta machetazos lo echaron de la misma. Los violentos no tuvieron contemplaciones y dejaron a la víctima literalmente con lo puesto. Sacaron sus pocas pertenencias, una a una, entre ellas una heladera antiquísima, a la calle.La virulencia de la acción sólo se vio aplacada con el arribo del juez de Instrucción 1 de Eldorado, Roberto Horacio Saldaña. En buena hora, reconocieron los propios policías, porque los violentos amenazaban con oponer una tenaz resistencia al procedimiento, incluso a filo de machete.El changarín fue trasladado al hospital Samic de Eldorado donde atendieron los hematomas y las heridas cortantes que tenía en el rostro, a la altura del pómulo, y en el cuello.El inusual episodio, por la violencia y crueldad de los atacantes, se produjo el viernes, en horas del mediodía, en una vivienda situada en la calle Lago San Martín, en el kilómetro 6 de la ciudad de Eldorado.Aunque no consta en el parte oficial, entre los enardecidos había dos policías, uno de ellos pariente de aquellos.Esta circunstancia, de alguna manera, hizo que los violentos actuaran con cierta impunidad. Los vecinos, que se congregaron a los alrededores para presenciar el acto de barbarie, se mostraron hasta sorprendidos por la impasividad de la Policía en un principio.Pero la situación cambió en forma radical cuando el juez Saldaña tomó conocimiento del hecho, de su gravedad y comunicó que se dirigía al lugar.Uno de los policías que estaba en medio de los exaltados se las tomó al enterarse de la inminente llegada del magistrado. El otro -aparentemente novio de una de las hijas de la familia atacante- se quedó y sufrió las consecuencias de su complicidad.Al igual que los otros trece demorados, también fue imputado de los delitos de “violación de domicilio, usurpación y lesiones”. Quizás pueda zafar de “resistencia a la autoridad”, consignó una fuente consultada por PRIMERA EDICIÓN.Lo cierto es que, para cuando Saldaña arribó al lugar, había unos 40 policías, de la comisaría Primera y otras dependencias de la UP III.El lamentable episodio se produjo el viernes, al mediodía, cuando los agresores se acercaron a la vivienda del changarín, llamado Ramón, de 48 años, diciéndole que tenían un trabajo para él.El hombre se retiró del lugar en busca de aquel trabajo y cuando regresó, se encontró con que los vecinos habían sacado sus cosas a la calle.Intentó oponerse o de alguna manera detener la usurpación y esa acción le costó caro.Fue agredido a golpes y herido a machetazos. Por poco no fue arrojado junto a sus cosas que ya estaban en la calle.El argumento que esgrimieron los agresores, para defender lo indefendible, fue que habían comprado la propiedad y que iban a ocuparla por las buenas o por las malas.Sin embargo, Ramón se encargó de brindar otra versión de la situación en manifestaciones reproducidas por el sitio de noticias www.nortemisionero.com.ar.“Encontré todas mis cosas tiradas afuera y comenzaron a desarmar mi casa, diciendo que ellos habían comprado la casa y que el terreno era de ellos pero no es de ellos”, consignó el agredido.Cuando Saldaña llegó, los irascibles se retiraron hacia la propiedad de la familia, lo que no evitó que el magistrado ordenara el allanamiento y detención de los trece involucrados.Los primeros en recuperar la libertad fueron una mujer de 44 años y un adolescente, de 17, considerando su minoridad.Ayer, en horas del mediodía, el abogado de los detenidos interpuso el recurso de excarcelación. Una parte recuperó la libertad a las pocas horas. Otra pasó para hoy.




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