BUENOS AIRES (NA). El Gobierno buscaría avanzar rápido con una corrección en el esquema de tarifas con el fin de achicar subsidios que rondan los 60 mil millones de pesos anuales y generan una fuerte necesidad de divisas para importar, generando al país “limitantes estructurales”, según un estudio privado.El trabajo, de la consultora Ecolatina, alerta que “en los últimos años el sector energético llegó a una situación crítica”, por un desequilibrio entre el aumento de la demanda y la caída de la oferta.Esto responde a que la demanda creció en línea con el ciclo económico, pero la producción de los principales insumos de la matriz energética viene cayendo año tras año, como lo alertó el grupo de exsecretarios de Energía que fue atacado en diversas oportunidades por el ministro de Planificación, Julio De Vido.Ecolatina señaló que este escenario hace que “el crecimiento sea cada vez más vulnerable y dependiente de la capacidad de importar combustibles, más aún con actual déficit energético”.La producción de hidrocarburos se encuentra fuertemente ligada a los elevados precios internacionales por lo que se debe destinar una mayor parte del excedente agropecuario a la compra de combustibles.Debido al retraso de las tarifas energéticas el peso de los subsidios al sector erosionan las cuentas fiscales.El estudio considera que el país “no está en un callejón sin salida: se podría dar alivio y mejorar el horizonte hidrocarburífero en forma relativamente rápida si se otorgan señales de precios, lo que requerirá de una administración adecuada del consumo y medidas paliativas por parte del Estado”.La producción primaria de energía en la Argentina depende en un 90% de recursos fósiles (petróleo y gas), situándose en niveles muy por encima de la escala mundial.La importancia de los hidrocarburos dentro del sistema energético local es mucho más amplia ya que también dos tercios de la generación de energía eléctrica corresponden a fuentes térmicas.En los últimos diez años las señales asimétricas (impulso a la demanda, desincentivo a la oferta) generaron un importante desfasaje.En el caso de la oferta, las señales de mercado y los cambios en las reglas de juego desmotivaron la financiación de inversiones exploratorio en el sector energético, redundando en la caída de la producción de hidrocarburos.





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