SANTIAGO, Chile (AFP-NA). Una sensación de pesimismo se asentaba por estas horas en la derecha chilena y el Gobierno, frente al eventual triunfo de la candidata de centroizquierda, Michelle Bachelet, en la primera vuelta de los comicios presidenciales del próximo domingo, avalada por los últimos sondeos de opinión.El propio presidente Sebastián Piñera se unió ayer a ese pesimismo, al sostener en una entrevista que no considera un fracaso la eventualidad de entregar el cargo a Bachelet el próximo marzo.Piñera sugirió ayer que su sucesora podría ser la ex mandataria, pero restó dramatismo a que su alianza pierda el poder.El mandatario, que ha logrado repuntar lentamente en los sondeos hasta alcanzar una aprobación del 40%, aseguró que ha liderado un “buen gobierno”, pero que sus logros no han calado en la población debido a que “cambió el termómetro, la vara de medida de la gente” a la que calificó como “mucho más exigente, rigurosa y severa en sus apreciaciones”.Evelyn Matthei, la candidata del pacto gobernante ha registrado magros resultados en los sondeos de opinión, que sitúan su respaldo en tornó a un 20%, muy por debajo de la votación histórica de la derecha chilena. Dirigentes de su propio sector, como el presidente del oficialista partido Renovación Nacional, Carlos Larraín, han cuestionado el desempeño de Matthei y calificado su postulación como un “error”.Esas críticas han caldeado aún más los ánimos entre el oficialismo, que teme también perder varias bancas en el Congreso, sobre todo si hay escasa participación en los comicios, considerando que el voto de la centroizquierda es “más duro y disciplinado”.





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