PEKÍN, China (Agencias y diarios digitales). Los dirigentes del Partido Comunista Chino (PCC) se comprometieron a que el mercado desempeñe un “papel decisivo” con vistas a una “profundización general de las reformas”, al concluir ayer una reunión plenaria.Los 376 miembros del Comité Central del PCC, que iniciaron el sábado su tercer plenario desde la transición producida hace un año en la cúpula del régimen, tuvieron como objetivo deliberar sobre reformas económicas y sociales “históricas”.Los dignatarios comunistas advirtieron sin embargo ayer de que “lo más importante es mantener la autoridad del Partido” sobre el país, según el comunicado final de plenario, citado por la agencia oficial Xinhua.El presidente chino, Xi Jinping, secretario general del PCC desde noviembre del año pasado, leyó ante el cónclave comunista un “informe de trabajo”.China se pondrá más en manos del mercado, que desempeñará “un papel decisivo”, según Xinhua. El documento adoptado asegura que “el principal problema es administrar correctamente las relaciones entre el Gobierno y el mercado”, para que éste tenga un “papel decisivo” en la repartición de los recursos económicos y el Gobierno desempeñe “mejor su papel”.El país establecerá también un “Comité encargado de la seguridad del Estado”, anunció la agencia estatal, sin dar más precisiones.Pero no se espera ningún “big-bang” en la estructura económica del país, ya que el documento final subraya que las autoridades “mantendrán la preponderancia de los sectores económicos de Estado y les dejarán desempeñar el papel motor”.La reunión se celebró con discreción y bajo una fuerte vigilancia en un hotel del oeste de Pekín.En el informativo de la noche de la televisión de Estado, los miembros del Comité Central aparecen reunidos en una gran sala, frente a los 25 miembros del Buró político, ante un estrado adornado con la hoz y el martillo.El presidente Xi Jinping y la asamblea votaron a mano alzada y de forma unánime la adopción de las medidas, según se constata en esas imágenes.Las dos primeras sesiones plenarias que siguen a un congreso del PCC sirven tradicionalmente para designar a los dirigentes del Partido y del Estado, mientras que la tercera fija las grandes líneas políticas y económicas.En 1978, en una ocasión como ésta, Deng Xiaoping lanzó su gran modernización de la economía china.Xi Jinping y el primer ministro, Li Keqiang, han reiterado su voluntad, desde su llegada en marzo pasado al poder, de reequilibrar el crecimiento de la segunda economía mundial, para que sea menos dependiente de las exportaciones y de las inversiones y esté más basado en el consumo interno.Del pleno de noviembre “saldrán las grandes líneas de las reformas que determinarán la competitividad de China para la próxima década”, había asegurado el sábado el diario oficial Global Times.Según este periódico, las reformas deberían estar orientadas a abrir a la competencia sectores fuertemente controlados por grupos públicos, desde los ferrocarriles hasta el transporte aéreo, pasando por las finanzas, la energía y las telecomunicaciones.La prensa estatal había insistido también en que se realizarán posibles reformas de la propiedad de las tierras agrícolas o del sistema de “hukou” (permiso de residencia), que restringe el acceso a los servicios públicos de los habitantes de zonas rurales que migraron hacia las ciudades.Sin embargo, los analistas sólo anticipaban “una hoja de ruta” muy general de reformas y consideraban que los detalles y el calendario precisos se revelarán posteriormente y que su puesta en marcha será muy progresiva. ContextoEn la historia del PCCh los plenarios se utilizan para introducir importantes cambios en el régimen, desde que en 1978 Deng Xiaoping anunció las primeras medidas que transformarían el modelo entonces rígidamente comunista de la economía china en otro adaptado a las leyes del mercado. En 1993, el plenario tras la llegada de Jiang Zemin a la presidencia de China presentó reformas que sentaron las bases de la posterior internacionalización de la economía china, simbolizada por la entrada del país en la Organización Mundial del Comercio en 2001. Los nuevos líderes, encabezados por el presidente Xi Jinping y el primer ministro Li Keqiang, tratan de poner en marcha un modelo de crecimiento más basado en el consumo interno que reemplace al actual, apoyado en las exportaciones y unas empresas estatales gigantes y que comienza a dar señales de agotamiento.





Discussion about this post