POSADAS. Joaquina Jubilla tiene una de las prepagas más costosas del país -Medifé- y pese a las innumerables gestiones realizadas por esta mujer y su abogada, no logra que esta empresa de salud se haga cargo en tiempo y forma de la prótesis que el médico traumatólogo solicitó para poder operarla de la cadera. En los últimos dos años, Joaquina combatió un cáncer de mama que le exigió 54 sesiones de quimioterapia y otras tantas de rayos. En febrero de este año, terminó el tratamiento oncológico y, cuando pensó que por fin podría retornar a su vida normal, se le agudizaron los dolores de cadera y de los huesos en todo el cuerpo que habían comenzado en febrero del año pasado, durante la segunda parte del tratamiento. “El médico suponía que los dolores eran por las mismas drogas que me daban durante la quimio y que cederían a medida que mi organismo eliminaba los restos de estas drogas. Pasaron cinco meses y cada vez me dolía más la cadera, entonces consulté al traumatólogo. Me mandaron a hacer nuevos estudios y se encontraron con que estaba gastado el cartílago que cubre las articulaciones entre los huesos de la cadera y el fémur, entonces esos huesos se tocan y me producen mucho dolor. La solución a este problema es quirúrgica y con la colocación de una prótesis”. Según contó a PRIMERA EDICION esta mujer -que paga el “plan platinum”, el más costoso- “cuando la primera semana de septiembre presenté en mi obra social el pedido de la prótesis para la cirugía de cadera, me dicen que ellos cubren el 100% de la prótesis nacional y que yo debía pagar la diferencia (19 mil dólares) de la prótesis importada de marca Samo que solicitó mi traumatólogo, José Laprovita”. Joaquina viajó la segunda semana de septiembre a Buenos Aires para hacerse un control al Instituto Fleming donde también consultó con un traumatólogo, “el médico coincidió con la necesidad de ir a cirugía y la colocación de una prótesis, me explicó también que por ser paciente oncológica no debía ponerme la prótesis nacional porque estaba contraindicada. Me dijo que ellos trabajaban con Medifé y que nunca habían tenido inconvenientes con la cobertura de las prótesis importadas”, recordó. Ccuando regresó a Posadas, Joaquina llamó a la sede centra de Medifé, en Buenos Aires, para confirmar esta información. “Ellos me dijeron que responderían mi consulta a través de la delegación Posadas de Medifé, pero en vez de una consulta lo tomaron como un reclamo, la verdad es que eso me molestó porque yo no quería ningún problema. Esa misma tarde me llamaron desde Medifé de acá y me dijeron que en dos días contestaban mi `reclamo´. Como pasaron tres días y no volvieron a llamarme, intenté comunicarme con el auditor, el médico Jorge Centeno, pero me dijeron que no estaba. Desde entonces, patean la pelota para adelante… que va a llamar, que está enfermo, que no vino. Por eso, mi amiga y abogada, Rossana Sienra, presentó una carta documento, tratando de acelerar todo para que pueda operarme”. “Hace un mes espero”Entra tantas idas y vueltas, Medifé le anunció que le reconocería otra prótesis importada, de marca Johnson and Johnson, “pero la verdad es que estoy al tanto de los problemas que hubo en todo el mundo con esta prótesis y 93 mil de ellas debieron ser retiradas del mercado. No digo que la prótesis que me pongan vaya a ser defectuosa, pero quiero que la obra social me reconozca la prótesis que pidió el traumatólogo o, como le pedí al auditor, me diga la diferencia de dinero entre una y otra para que yo la pague. Pero hace un mes que Centeno tiene que comunicarnos la diferencia y pasarnos el monto de la prótesis para que podamos hacer el pedido al proveedor, y no lo hace”. Durante su tratamiento oncológico Joaquina pidió licencia laboral y debe regresar antes de diciembre próximo “porque ya se cumplirán dos años de licencia y, si no regreso a mi trabajo, empezaré a cobrar el 50% de mi sueldo”.





Discussion about this post