POSADAS. Abelardo Nuñez fue docente durante 26 años en la Epet 1 de esta ciudad y, después de muchas gestiones, logró que en abril de 2010 el Consejo General de Educación (CGE) autorizara la creación del Centro de Educación para el Trabajo (Cet) 3, del que Nuñez es director. Sin dudas hubiera sido más fácil para este docente seguir en la Epet 1 pero, según sus propias palabras, “me planteé como desafío personal ofrecer una formación más práctica, orientada al trabajo, por eso me propuse luchar por la creación del Cet… cuatro años me llevó para que el CGE aceptara el proyecto”, recordó el docente a PRIMERA EDICIÓN. En abril de 2010, el Cet 3 abrió sus puertas en un espacio de la Escuela 528 del barrio Belgrano. Pero al final de ese año, el gobierno anunció que iniciaría la refacción y ampliación del edificio de esa escuela primaria, ahora también sede del Cet 3, con domicilio en Rademacher 4547 de esta ciudad. Durante la obra -cuya inauguración estaba prevista en el inicio del ciclo lectivo de 2012- la Escuela 528 y el Cet 3 debían mudarse a otro lado. PRIMERA EDICIÓN contó en varias oportunidades el derrotero de la 528, cómo fue perdiendo su matrícula al funcionar en sedes alejadas del barrio Belgrano; el no inicio de la obra en todo 2011 y cómo los docentes y los pocos alumnos que quedaban decidieron regresar al viejo edificio, en parte demolido, durante un período de 2012 hasta que, finalmente, después de mucho padecer, lograron estrenar edificio en el inicio del ciclo lectivo de este año. Un año en el olvido ¿Cuál fue la suerte del Cet 3 durante ese tiempo?. “Aunque parezca difícil de creer, el CGE se olvidó de nosotros durante 2011, nadie nos dijo dónde debíamos mudarnos y decidimos quedarnos hasta que comenzaran las obras. Toda una promoción estudió ahí. Recién un año después nos dijeron que nos mudáramos al Hogar de Día… ahí duramos una semana porque no teníamos espacio ni para la dirección. Un día, en medio de una clase entró un chico, sopapeó a una alumna y se fue como si hubiera pasado a saludar. No nos sentíamos a gusto allí, no teníamos espacio para dar los talleres… volvimos al viejo edificio de la 528 hasta que conseguí un galpón en alquiler por 1.600 pesos”, recordó el director del Cet 3. Aunque parezca increíble, fue el director de este centro educativo quien se hizo cargo del pago del alquiler del galpón. “El dueño del galpón no quería alquilar al CGE, entonces me comprometí yo con el contrato. Antes de firmar, lo llevé al director de Enseñanza Técnica, Eduardo Olivera, para que viera el lugar y me diga si nos autorizarían funcionar allí. Al principio, sacaba de mi sueldo para el alquiler. Después los docentes organizaron rifas y eso ayudó mucho para juntar el dinero necesario”, contó el docente.Con poco y nada, llegar a mucho “Cuando nos mudamos al galpón, ubicado sobre López Torres, nos encontramos que el baño no estaba terminado. Lo terminamos nosotros, los docentes, me acuerdo que puse el inodoro con mis propias manos”, rememoró. Ahí se consolidaron los cursos de carpintería, electricidad y operador informático para administración. “Los educadores tenemos que estar atentos a lo que sucede a nuestro alrededor… por ejemplo, nosotros veíamos una gran cantidad de adolescentes con patinetas por la zona y se nos ocurrió ofrecerles un taller de percusión. Al principio se anotaron algunos y, después de un tiempo, estaban todos… les dábamos un lugar para dejar sus patinetas. Muchos se anotaron después en otros talleres y cursos”. El centro educativo no sólo funcionaba en un lugar inadecuado. Tampoco contaban con las herramientas y equipos mínimos para ofrecer los talleres. “Los docentes traían sus equipos… cada uno venía con sus cajas y herramientas. Todo lo hicimos a pulmón”, destacó Núñez. Finalmente, a principio de este año, el Cet 3 se trasladó al edificio ya remodelado y ampliado que comparte con la 528. “Unos días después de mudarnos, nos avisaron que había órdenes de que nos fuéramos porque ese espacio le correspondía a otra escuela. Me negué a irnos y pedí al funcionario del CGE que me dio esta noticia que me mostrara la resolución”, contó el docente visiblemente emocionado al recordar esa situación. Desde entonces, el Cet 3 creció a grandes pasos. Hoy cuenta con alrededor de 200 alumnos en los talleres de oficio y un centenar de estudiantes que hacen su terminalidad primaria y secundaria. Tienen un laboratorio de informática, “una computadora la ganamos en un sorteo y las otras doce son donadas… pero esta semana recibiremos diez computadoras del INET”, contó satisfecho. El Cet 3 recibió también este año equipamiento para los cursos de soldadura, carpintería y electricidad. En la actualidad, ofrece ocho cursos oficiales: operador informático para oficina, operador informático para administración, carpintería, electricidad, soldadura, arte y decoración, albañilería, reparador de PC. Además, ofrece seis talleres: secretariado jurídico, auxiliar de escritorio, guitarra, dibujo artístico y de comics, percusión e instalación de gas y sanitarios.





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