POSADAS. Según el polémico y cuestionado Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), unos 106.854 misioneros están en la línea de pobreza y unas 26.438 personas en la indigencia. El dato surge de las últimas mediciones difundidas el martes de pobreza e indigencia del primer semestre de 2013. El organismo, encuesta sólo las capitales de provincia y algunas otras ciudades, especialmente de Buenos Aires, agrupándolos entre los que tienen más y menos de 500 mil habitantes.Según esos datos de pobreza, Posadas se ubica entre las dos ciudades con mayor cantidad de pobres de Argentina. Primera está Corrientes con el 9,8% y luego la ciudad misionera con el 9,7% en las cifras del primer semestre de este año. Y en indigencia, está entre las primeras cinco de mayor cantidad de indigentes con el 2,4%.Desde organizaciones sociales como la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) aseguran que “esos datos definitivamente miran la realidad con lentes más que oscuros. Evidentemente en la EPH en Posadas, consultan a personas que viven entre las cuatro avenidas. Con los tareferos y sus familias (multiplicalo por tres como mínimo); más las 13.000 personas de los pueblos originarios, que en su totalidad viven en la marginalidad, ya cuadruplican las cifras oficiales”, aseguró a PRIMERA EDICIÓN Jorge “Koki” Duarte, secretario General de la organización.No bajaSi se comparan los resultados con el último semestre medido (segundo de 2012), tanto la pobreza como la indigencia siguen la senda del crecimiento. Por entonces, la pobreza según el Indec era del 8,1% y la indigencia un 2%. A nivel país, durante el primer semestre de 2013, se encuentran por debajo de la línea de pobreza 448.000 hogares, los que incluyen 1.189.000 personas. En ese conjunto, 189.000 hogares se encuentran, a su vez, bajo la línea de indigencia, lo que supone 367.000 personas indigentes. “Al observar los datos puede verse que la incidencia de la pobreza es mayor para las personas que para los hogares, lo que indica que, en promedio, los hogares pobres tienen más miembros que los no pobres”, indicó el Indec en su reciente informe.¿La mitad pobre?Duarte de CTA afirmó que “la realidad ya es inocultable, al punto que los datos oficiales y las propias autoridades dan esas cifras. El Ipec también debería tener un informe al respecto, pero hace muchos años no realiza sus deberes. Uno que camina y recorre la provincia, vemos y denunciamos la grave situación de miles y miles de misioneros que viven bajo la pobreza. Que los ingresos no le alcanzan para comer dignamente, para vestirse correctamente, para tener una casa confortable y cómoda, para que los hijos tengan una buena salud”. Agregó que “los indicadores oficiales no se pueden creer, pero hay otros de universidades como la Nacional de Córdoba o el Instituto de Estudios y Formación de CTA que dan más del 50% de pobres a Misiones”.Según un informe de CTA, de ese grupo de población, “los más pobres son niños y ancianos, un dato que golpea a la sociedad que debería resguardar y proteger a la infancia para mejorar como sociedad”.Jorge Duarte cuestionó al Gobierno: “Ante el dolor, no vemos que las acciones gubernamentales lleguen donde deben llegar y por eso se murieron los niños mbya la semana pasada. Hay un Estado ausente que cuenta con recursos e infraestructura necesarios pero las políticas que deben emanar las instituciones no llegan a la población”.El titular de CTA lamentó que Misiones “siempre esté en los peores ranking, por razones evitables. Donde los pobres no acceden a un trabajo que le permita un ingreso digno, vivienda digna”. Misiones cuenta con un presupuesto millonario: 12.500 millones de pesos. De esa cifra, un gran porcentaje se destina a la obra pública. Aunque el Gobierno prefiere destacar que el “presupuesto social” es el que mayor tajada se lleva. Para Duarte, es “llamativo. Pasa con todas las entidades. Ahora, en 2014 habrá 16 mil millones y es suficiente dinero para resolver los problemas de la mayor cantidad de gente, pero evidentemente los recursos se desvían hacia cuestiones ligadas a la corrupción, a resolver problemas de un minoritario sector en perjuicio de la mayoría de los misioneros”. Preocupa creciente endeudamiento en créditosPOSADAS. Inflación. Salarios que suben menos que el costo de vida. En definitiva, dinero que no alcanza para llegar a fin de mes. Ello provocó y sigue generando que miles de personas apelen a un crédito personal, a llevar al límite las tarjetas de crédito. Pero, después, no pueden pagar los compromisos asumidos que generan acciones judiciales para que se ejecute la deuda contraída.La jueza Civil y Comercial Nº1 de Posadas, Gabriela Canalis, fue consultada por radio República sobre la gran cantidad de edictos publicados en PRIMERA EDICIÓN ayer, por deudas especialmente con tarjetas de crédito. “Los edictos tienden a convocar a los deudores, quienes no son localizados en el domicilio que declararon al momento de contratar el crédito”, explicó, para confirmar que “hay un gran nivel de endeudamiento de los ciudadanos”.Así, reveló que “entre el 40 y el 50% de los juicios que se tramitan en primera instancia corresponde a juicios ejecutivos de esta naturaleza. En mi juzgado que es grande, he organizado una secretaría en particular con tres especialistas en ejecuciones para que esto sea dinámico. En Misiones, el STJ ha decidido que este tipo de créditos son fundados en relaciones de consumo como para aplicar la Ley del Consumidor a los contratos, y que sea más justo el trato del deudor, por ejemplo en la moderación de intereses”, explicó la magistrada.Agregó que “últimamente, el STJ ha decidido que se ejecuten los créditos de acuerdo a los domicilios del deudor”.Según la jueza Canalis (con ocho años como magistrada), hace unos tres a cuatro años que se nota un crecimiento en la cantidad de casos de deudores a los que se pretende ejecutar. Gabriela Canalis recordó que en el caso donde actúa un juez de Paz, es por deudas pequeñas “que no superan los 1.700 pesos”, y representan la mayor cantidad de los que se pudieron observar en las últimas publicaciones gráficas.“Normalmente, en la mayoría de los casos son asalariados y se les embarga el sueldo. A veces, están años (para pagar) porque se liquidan intereses”, dijo.“Hay un sector de bajos ingresos con un gran nivel de endeudamiento. Yo supongo que si sos asalariado, un crédito barato es una forma importante y común de progresar. Tiene que ver con la cultura de cómo se gasta el dinero. Tiene que ver con la familia. Por ahí no tenés opciones porque tu hijo necesita zapatillas y las compr&aa
cute;s”, opinó la magistrada.





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