APÓSTOLES. Un agente de la Policía de Misiones terminó detenido después de entregar unos 13 mil pesos y documentaciones que había robado de un depósito de la dependencia en la que cumplía funciones. El dinero había sido guardado allí por un compañero de guardia y pertenecía a un grupo de vecinos que pretendían realizar conexiones de energía eléctrica en su barrio.El insólito episodio ocurrió este último fin de semana en Apóstoles, más específicamente en la comisaría seccional Primera de esa ciudad, según confirmaron fuentes de la investigación a PRIMERA EDICIÓN en las últimas horas.Todo sucedió entre las 16 y las 18 del último sábado en dicha comisaría, donde se recibió una denuncia telefónica que obligó a la salida de una comisión policial. El único que quedó en la guardia fue un agente de 26 años.Según pudieron reconstruir los investigadores del caso, en determinado momento el suboficial se retiró de la guardia y caminó hasta la parte posterior del edificio emplazado sobre calle Mariano Moreno de la localidad.Al parecer, al uniformado le llamó la atención una suerte de cofre que se encontraba guardado en un depósito del lugar. El mismo se encontraba cerrado con candado, pero eso no fue impedimento para el agente, quien entonces forzó el mismo.Así fue como llegó al “tesoro” que encontró en su interior, conformado por unos 13 mil pesos en efectivo y documentaciones. El dinero y los papeles habían sido guardados allí por otro policía, compañero de guardia del acusado, seguramente creyendo que jamás irían a robarle en la comisaría. Fue un error.El efectivo, en realidad, no era del uniformado, sino que pertenecía a un grupo de vecinos de un barrio de Apóstoles que habían recolectado la suma con el fin de mejorar su calidad de vida, esta vez mediante la instalación de alumbrado público y energía eléctrica. El robo pasó desapercibido durante todo el fin de semana, hasta que el último lunes el efectivo fue hasta el depósito en busca del dinero y de los papeles que debía presentar en Emsa. Casi se muere de un infarto: la plata y los documentos habían desaparecido como por arte de magia.Con un nudo en la garganta, el policía procedió entonces a radicar la correspondiente denuncia, insólita, que hablaba de un robo en una comisaría.El caso trascendió y no tardó en llegar a oídos del agente, quien entonces, preso de su conciencia, se presentó en su lugar de trabajo alrededor de las 19.30, pero esta vez no para tomar la guardia, sino para entregar el dinero que, reconoció luego, había tomado horas antes.Inmediatamente, fueron sus propios compañeros quienes procedieron a colocarle las esposas y arrestarlo. Así lo ordenó la Justicia interviniente, que en las próximas horas indagará al suboficial “traidor” para que ratifique o rectifique su testimonio.Ante la trascendencia del hecho, PRIMERA EDICIÓN dialogó con el comisario mayor José Ríos, subjefe de la Unidad Regional VII de Apóstoles, quien aseguró que la condenable actuación del funcionario policial “golpeó al personal de la comisaría y, en general, de la Unidad. Por eso es que iniciamos las acciones correspondientes, una investigación interna para que todo se aclare y se establezcan responsabilidades”.Ríos confirmó que el agente señalado “quedó a disposición de la Justicia, que determinará los pasos a seguir” y aseguró que se realiza un sumario interno sobre el suboficial, que anoche permanecía tras las rejas.





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