PUERTO IGUAZÚ. La Justicia desarticuló una banda que cobraba entre 800 y 1.200 pesos por carnés de conducir “truchos” y, como contraprestación por esos montos, brindaba cursos de educación vial a los desprevenidos aspirantes, según pudo averiguar PRIMERA EDICIÓN.Tras dos meses de paciente investigación, el juez de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, Juan Pablo Fernández Rissi, con el apoyo y colaboración de la Secretaría de Apoyo a Investigaciones Complejas (Saic), allanó el domicilio de un empleado municipal y secuestró importante material probatorio para la causa.La medida procesal se inició alrededor de las 9 y extendió hasta pasadas las 12 de ayer. En medio de la misma, los investigadores procedieron a requisar el vehículo del sospechoso y encontraron un registro de conducir adulterado, razón por la que el propietario terminó detenido.Previamente, los efectivos habían requisado el interior del domicilio, donde secuestraron una computadora, impresoras, formularios y documentaciones para rellenar con los datos de los solicitantes.Según pudo averiguar PRIMERA EDICIÓN, los papeles y plásticos eran originales, legítimos, pero la información que aparecía en los carnés no formaba parte del sistema de la Municipalidad.En este sentido, trascendió que la Justicia intenta determinar si los documentos originales formaban parte de una importante partida que desapareció del edificio comunal años atrás.El empleado municipal arrestado ayer sería el líder del grupo y habría contado con la complicidad de un mecánico y un fletero, quienes al parecer se encargaban de conseguir interesados en eludir los exámenes comunales y acceder, a cambio de 800 o 1.200 pesos, a un carné de conducir.Al parecer, hicieron correr la voz por toda la ciudad y era vox populi que en el taller podía conseguirse el registro de manejo sin necesidad de acudir a los cursos teórico-prácticos de la Municipalidad.“Los montos variaban según la cara del cliente”, consignó ayer una fuente consultada por este diario.La investigación se inició hace dos meses aproximadamente, merced a un relevamiento efectuado por el Juzgado de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, que detectó veinte denuncias por esta maniobra ilegal.No obstante, ninguno de los sabuesos tiene dudas de que hay muchos casos más que, al menos por el momento, no trascendieron.En el procedimiento trabajó personal dependiente de la Unidad Regional V, con asiento en Puerto Iguazú; de la Saic con su titular Fernando Castelli a la cabeza, en presencia del juez Fernández Rissi.Anoche había ya un requerimiento de imputación formal contra el sospechoso aprehendido, situación que se extendería a sus presuntos cómplices.Habrá que esperar para que la Justicia dictamine finalmente los cargos que deberán afrontar los acusados por la maniobra contra el Estado municipal. El flagelo de las motos en Puerto IguazúEl mercado negro de las motos robadas pareciera ser un flagelo sin solución en la Ciudad de las Cataratas. La sustracción de esos vehículos se repite en Argentina, Brasil y Paraguay y dada la proximidad de las fronteras, vuelve estéril el accionar de las fuerzas de seguridad.La situación hace que los controles por parte del municipio sean imprescindibles.Eso permitió detectar varios casos irregulares y que los damnificados por el accionar fraudulento de la banda que comercializaba carnés “truchos” pudieran acercarse a la Justicia y denunciar el hecho.La Justicia no tiene dudas de que se trata de una banda que actuaba por fuera de la Municipalidad, con falsos gestores que conseguían interesados para eludir el curso de manejo y educación vial y acceder al registro sin mayores problemas.





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