NAIROBI, Kenia (AFP-NA). El presidente de Kenia dio por finalizado ayer el ataque al centro comercial de Nairobi con un saldo de 61 civiles, seis policías y cinco atacantes muertos y once de éstos detenidos.“Hemos humillado y vencido a nuestros atacantes”, dijo el mandatario al dar cuenta de las “pérdidas inmensas” que ha supuesto el ataque.Islamistas “shebab” vinculados a Al Qaeda tomaron el sábado un centro comercial de Nairobi en un sangriento operativo. Poco antes de las declaraciones del presidente, la situación seguía siendo muy confusa en el centro Westgate, donde se escucharon tiroteos y explosiones. Las fuerzas kenianas indicaron que habían procedido a desactivar explosivos colocados en distintos puntos del edificio.Una parte del techo del Westgate se derrumbó a causa de un violento incendio que había estallado la víspera tras las explosiones provocadas por los enfrentamientos entre los insurgentes atrincherados y las fuerzas de seguridad.Unas sesenta personas siguen desaparecidas desde el inicio del ataque. Los islamistas afirmaron ayer que aún tienen rehenes “vivos” y que “hay un número incalculable de cadáveres” esparcidos en el edificio. Una británica y dos o tres estadounidenses en el comando islamista“Los rehenes retenidos por los ‘muyahidines’ en el interior del Westgate están todavía vivos, conmocionados pero vivos”, escribieron en su cuenta Twitter miembros de las milicias “shebab”, afiliadas a la red Al Qaeda.Entre los atacantes figuran dos o tres estadounidenses y una británica, viuda de un kamikaze de los atentados de Londres de 2005, según la ministra keniana de Exteriores, Amina Mohamed.La británica -que según la ministra habría participado “en muchas ocasiones” en acciones armadas- fue identificada por la policía como Samantha Lewthwaite, viuda de Germaine Lindsay, uno de los kamikazes de los atentados del 7 de julio de 2005 contra los transportes públicos de Londres, que dejaron 52 muertos.Londres rehusó hacer comentarios, limitándose a decir que está “al tanto” de esa versión y que apoya las investigaciones de Kenia.Lewthwaite es buscada en Kenia, acusada de estar vinculada a los “shebab”, que han reivindicado el ataque al Westgate en represalia a la intervención militar keniana en Somalia, lanzada a finales de 2011.Los estadounidenses, por su parte, serían “hombres jóvenes, de 18 y 19 años, de origen somalí o árabe pero que viven en Estados Unidos, en Minnesota y en otro lugar”, añadió la ministra de Exteriores en declaraciones a la televisión estadounidense PBS.El sábado, cuando empezó el ataque, este centro comercial de lujo, en parte propiedad de empresarios israelíes, estaba lleno.Varios extranjeros, entre ellos un médico peruano, dos francesas, seis británicos, un sudafricano, una surcoreana, una holandés, dos indios y dos canadienses, murieron en el ataque, así como un conocido poeta y político de ghanés, Kofi Awoonor.El comando entró el sábado a media jornada en el centro, disparando con armas automáticas y lanzando granadas contras los clientes y los empleados. Durante varias horas fueron saliendo personas que podían escapar a medida que las fuerzas de seguridad avanzaban dentro del edificio.Según una fuente de seguridad, varios agentes israelíes apoyaron a las fuerzas kenianas para intentar rescatar a las personas que todavía seguían dentro.El domingo por la noche el presidente keniano, Uhuru Kenyatta, indicó haber recibido ofrecimientos de ayuda de varios “países amigos” aunque aseguró que la operación de rescate seguía dirigida por las fuerzas del país.Se trata del atentado más mortífero en Nairobi desde un ataque suicida de Al Qaeda en agosto de 1998 contra la Embajada de Estados Unidos, que dejó más de 200 muertos.El representante especial de la ONU para Somalia, Nicholas Kay, pidió ayer a la comunidad internacional que intensifique la lucha contra los “shebab”, afirmando que el ataque al centro comercial “no era una sorpresa”.En Nairobi, un punto central en África del este donde viven numerosos extranjeros que trabajan en toda la región, el Westgate estaba considerado por las agencias de seguridad como un posible objetivo de grupos relacionados con Al Qaeda, como los “shebab”. El edificio, abierto en 2007, tiene restaurantes, cafés, bancos, un gran supermercado y varios cines que atraen diariamente a miles de personas.Los intereses israelíes en Kenia ya fueron el objetivo de varios ataques reivindicados por Al Qaeda: en 2002, un atentado suicida contra un hotel frecuentado por turistas israelíes mató a doce kenianos y tres israelíes en Mombasa, una ciudad de la costa. Casi simultáneamente, en la misma ciudad, un avión de la compañía israelí El Al con 261 pasajeros a bordo escapó por poco a los disparos de dos misiles en el momento del despegue.En Ginebra, el primer ministro somalí, Abdi Farah Shirdon, pidió juzgar a los responsables del ataque en Nairobi. “Deben responder por sus actos”, declaró en una sesión especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre Somalia.





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