POSADAS. Ni la lluvia frenó a los alumnos del Bachillerato Humanista que el viernes participaron de la tradicional entrega de flores a peatones, comercios y diversas instituciones de esta ciudad. A PRIMERA EDICIÓN,vinieron Agustina Fioravante, Virginia Barreyro, Mariana Díaz y Florencia Nelli, todas de sexto año, y contaron que la entrega de flores corresponde al cierre de una semana humanística que comenzó este martes, en el acto por el Día del Profesor, con la toma del establecimiento educativo por parte de los alumnos del último año del secundario, los de séptimo año. Organizados por colores y bajo las normas impuestas por las nuevas “autoridades” que este año incluyó el permiso de llevar el cabello suelto, las uñas pintadas e incluso el uso del celular, los diferentes cursos del Humanista participaron de diversas actividades, entre estas, feria de platos, decoración de los cursos, sketch, concursos de bailes, vestirse de colores, elección de reinas y reyes, almuerzo conjunto con alumnos de los dos turnos y una colecta de alimentos no perecederos para su posterior donación. Esta singular semana humanística se organizó por primera vez en 1974 y, desde entonces, el Bachillerato Humanista la tomó como tradición. Ayer, organizados por grupos y escoltados por los de séptimo año y profesores, los alumnos entregaron flores a los posadeños y también copias de las poesías ganadoras del concurso que todos los años organiza esta institución con sus alumnos. Como todos los años el concurso de poesías es de temática libre y está dividido en tres niveles: primero, segundo y tercer año en el nivel uno, cuarto y quinto nivel dos y sexto y séptimo en el nivel tres. “Hace varios años atrás, el curso que lograba mayor cantidad de puntos durante las actividades de la semana humanística viajaba para hacer un intercambio con alumnos de otra institución humanística del país. Ahora, el premio es un poco más modesto y consiste en un día libre donde se comparte un picnic con los de séptimo año”, contaron las alumnas de sexto quienes confiaron su intención de no bajar los brazos para que el año que viene, cuando sea su curso el organizador de estas actividades “quizás podemos volver al premio de los primeros años, es decir poder viajar para compartir con otros chicos del país que, como nosotros, estudian griego y latín”.





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