WASHINGTON, Estados Unidos (Agencias y diarios digitales). El presidente Barack Obama pidió ayer a los miembros del Congreso “no seguir con los ojos vendados” ante el supuesto uso de armas químicas por el régimen del presidente sirio, Bashar Al Asad, y avalar un ataque militar contra Siria.Nada más vovler de la cumbre del G20 en San Petersburgo (Rusia), donde Obama fracasó en su intento por sumar a su causa una cantidad importante de líderes mundiales, el presidente urgió al Congreso a autorizar una intervención para iniciar una ofensiva militar contra Siria. “No se puede seguir con los ojos vendados ante las imágenes que hemos visto de Siria”, dijo. “Por eso pido a los miembros del Congreso, a los dos partidos, que se unan y actúen para promover el mundo en el que queremos vivir, el mundo que vamos a dejar a nuestros hijos y a las generaciones futuras”, declaró Obama.El Congreso vuelve al trabajo mañana tras el descanso por el verano. Se esperan debates sobre la intervención que quiere llevar adelante el mandatario en respuesta al ataque químico del 21 de agosto en las afueras de Damasco, que según autoridades estadounidenses dejó más de 1.400 muertos y cuya autoría atribuyen a las fuerzas de Al Asad.En tanto, el escepticismo prevalece entre la población estadounidense. Una encuesta de Gallup reveló que el 53% de los estadounidense se oponen a un ataque contra Siria, un rechazo mucho mayor que los expresados antes de las guerras del Golfo en 1991, Kosovo (1999), Afganistán (2001) e Irak (2003).“Esto no fue sólo un ataque directo contra la dignidad humana; es una amenaza seria para nuestra seguridad nacional”, arguementó Obama. “No responder a este ataque escandaloso aumentaría el riesgo de ver nuevamente usadas armas químicas, de verlas caer en manos de terroristas que podrían utilizarlas contra nosotros, y esto enviaría un mensaje desastroso a los demás países, de que el uso de este tipo de armas no tendría consecuencias”, advirtió Obama.En su alocución semanal, el mandatario recordó que como comandante en jefe, decidió que Estados Unidos debería atacar Siria y castigar al régimen en el poder. No obstante, ahondó en el pedido de respaldo a los legisladores: “Nuestro país será más fuerte si actuamos todos juntos, y nuestras acciones serán más eficaces. Por eso pedí a los miembros del Congreso que debatieran el tema y votaran a favor de autorizar el uso de la fuerza”.Mientras afronta una opinión desfavorable de los estadounidenses sobre más de una década de conflictos en Oriente Medio y Afganistán, Obama insistió en que el ataque que quiere llevar a cabo contra Siria “no es una intervención sin fin”. “Esto no sería otro Irak u otro Afganistán. No habría soldados estadounidenses en tierra. Cualquier acción que iniciemos sería limitada, tanto en el tiempo como en su alcance, y estaría destinada a impedir al gobierno sirio que gasee a su propio pueblo otra vez, así como sus capacidades para hacerlo”, agregó. “Sé que los estadounidenses están cansados tras una década de guerra, a pesar de que la guerra de Irak haya terminado, y la guerra en Afganistán esté perdiendo fuerza. Por eso es que no estamos poniendo a nuestros soldados en el medio de la guerra de otros”, agregó.El representante republicano Eric Cantor declaró que el voto sobre la autorización que pide el Gobierno estadounidense se haría en el Senado esta semana, mientras que en la Cámara se haría en las “próximas dos semanas”.Obama tiene previsto por su parte dirigirse el martes a los estadounidense en un discurso televisado. ComplicadoCuando George W. Bush decidió invadir Irak, hace diez años, el 75% de los estadounidenses respaldó ese ataque, según un sondeo de Gallup. Hoy, el 53% piensa que fue un error. Antes de convertirse en Presidente, Barack Obama se mostró en contra de ese conflicto, pero ahora está del otro lado de la moneda, con la mayoría de los norteamericanos en contra de una intervención en Siria.Obama anunció que decidió atacar Siria en represalia por el uso de armas químicas, pero condicionó la ofensiva a la aprobación del Congreso. En Estados Unidos, el presidente no necesita el visto bueno del Legislativo para una guerra.Con su consulta al Congreso, Obama cumplió una vieja promesa de su campaña de 2008, pero no ha podido convencer a sus escépticos compatriotas. Una encuesta del Centro Pew reveló que el 48% se opone a una ofensiva y el 29% está a favor. Otro sondeo, del diario The Washington Post, situó el rechazo en un 59%.Pero el mayor problema para el mandatario demócrata -al que figuras como Vladimir Putin le han enrostrado su Nobel de la Paz- se sitúa en el Congreso. Aunque el miércoles pasado el Comité de Relaciones Exteriores del Senado aprobó (por diez votos contra siete) una resolución que da a Obama la autorización para el uso limitado de la fuerza contra Siria, el panorama general en el Legislativo no es de los mejores para él. La intervención contra Siria debe ser aprobada por ambas cámaras del Congreso. En el Senado, Obama tiene hasta ahora el respaldo de 24 senadores (de un total de 100), mientras que 19 se oponen y 57 están indecisos, según CNN. En esa cámara, los demócratas tienen 52 escaños, los republicanos 46 y hay dos independientes.Sin embargo, es en la Cámara de Representantes donde se concentra el mayor rechazo. En la Cámara Baja, de 435 miembros, la oposición republicana es mayoría (233), mientras que los demócratas poseen 200 asientos y hay dos vacantes. En la Cámara, apenas 24 congresistas respaldan el ataque y 188 se oponen. El resto está indeciso.En Estados Unidos, los congresistas son verdaderos representantes de sus distritos y responden a los intereses de sus respectivas comunidades. Y generalmente provienen de las localidades que representan. Según The Huffington Post, en la Cámara hay muchos republicanos que han sido elegidos por primera vez que apenas conocen a Obama y cuyos distritos están muy descontentos con el gobierno por la reforma a la salud y los temas migratorios.Fuera del país, Obama tampoco cuenta con gran apoyo: diez países del G-20 y Francia se han convertido en aliados, pero sin un compromiso de participar en una acción militar. Por ello, el martes Obama dirigirá un mensaje desde el Salón Oval de la Casa Blanca para intentar convencer a los estadounidenses de que Siria compromete la seguridad nacional del país. Lo hará un día después de que el Congreso comience el debate sobre el ataque.Según la cadena británica
BBC, Obama tiene cinco opciones para convencer al Congreso de atacar a Siria: apelar a la ciudadanía desde el corazón, cortejar a los republicanos moderados, asegurar el voto de los líderes del Congreso, bombardear a los congresistas con llamados telefónicos y trabajar en equipo para convencer a los escépticos. Europa se encolumnaLos países europeos acordaron ayer la necesidad de una respuesta internacional “fuerte” en Siria, aunque no apoyaron el proyecto de intervención militar defendido por el secretario de Estado estadounidense, John Kerry.Obama obtuvo ayer la satisfacción de que Alemania se adhiriera al llamamiento a una “respuesta internacional fuerte” a los ataques químicos cometidos el 21 de agosto en las afueras de Damasco, que el viernes firmaron en Rusia once países presentes en el G20.Sin retomar exactamente los términos de este llamamiento, los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) llegaron a un acuerdo en Lituania sobre la necesidad de una “respuesta clara y fuerte”. Leyendo la declaración final, la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, precisó que los ministros estaban de acuerdo en que había “fuertes sospechas” de que el régimen sirio era responsable de la utilización de armas químicas en los ataques que causaron cientos de muertos en los suburbios de Damasco. Sin embargo, los ministros insistieron en que “sólo una solución política puede poner fin a este terrible baño de sangre, a estas graves violaciones de los derechos humanos y a la destrucción de Siria”.John Kerry, que viajó para explicar la posición de Washington, celebró este acuerdo. “Estamos muy satisfechos con la declaración” de los europeos, “una declaración fuerte basada en el principio de responsabilidad”, declaró antes de dejar Lituania.La canciller alemana, Angela Merkel, celebró la posición unánime europea y destacó su “importancia inestimable”. Los países europeos más prudentes mostraron su satisfacción por el compromiso que el viernes asumió el presidente francés, François Hollande, de esperar a la publicación del informe de la ONU antes de que su país se embarque en una operación militar. “Acogemos muy favorablemente las declaraciones de Hollande”, resumió la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, tras la reunión.“Esto permitió desbloquear las discusiones” en Vilna, dijo un diplomático.





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