POSADAS. Un adolescente de 14 años se debate entre la vida y la muerte después de recibir un balazo en la cabeza en un confuso enfrentamiento. En principio, los detectives hablaban de una “ruleta rusa”, aunque hasta anoche no se descartaba ninguna otra hipótesis, como la de un presunto intento de homicidio.Fuentes policiales le informaron a PRIMERA EDICIÓN que todo comenzó alrededor de las 5 de ayer en una vivienda emplazada a metros de la intersección de las calles 150 y 43 b, en el barrio Santa Rosa de Posadas, a orillas del arroyo El Zaimán.Tras un llamado telefónico, llegó rápidamente al lugar una comisión policial de la comisaría seccional Octava, quien se topó con una dramática imagen: en la escena yacía un menor de edad de 14 años con un disparo en la cabeza, con orificio de entrada y de salida.Enseguida, los uniformados solicitaron la presencia de un móvil sanitario de la Red de Traslados de la Provincia, que derivó al adolescente hasta el Hospital Escuela de Agudos Ramón Madariaga, donde al cierre de esta edición permanecía internado en grave estado, bajo pronóstico reservado.Según las primeras pericias, el disparo atravesó el cráneo del muchachito, provocándole pérdida de masa encefálica. Su vida, literalmente, dependía de un milagro.Tras este primer trabajo, los uniformados de dicha comisaría, acompañados por hombres de la Brigada de la Unidad Regional X y de la Dirección de Investigaciones, comenzaron a recolectar información vinculada al hecho.Así fue como descubrieron que durante la madrugada la víctima había compartido aparentemente una ronda de tragos con quien sería el dueño de casa, un joven de 22 años apodado “Huevo” que tendría frondosos antecedentes penales. Con ellos también habría estado un menor de 17 años y otro jovencito cuya edad no fue suministrada.Lo que parecería comprobado es que, al parecer, el mayor de los involucrados irrumpió en escena con un arma de fuego. Si bien no hay precisiones, todo indica que se trató de un revólver calibre .38.Desde ese momento, las hipótesis de los investigadores se dividen. Ayer, a primera hora, los detectives hablaban de una presunta “ruleta rusa”, es decir, un peligroso “juego” que consiste en cargar el tambor del revólver con un proyectil, pasarse el arma y gatillar en la cabeza hasta que salga el disparo.Sin embargo, hasta anoche no había certezas y se hablaba incluso de un intento de homicidio. Todo forma parte de la investigación que encabeza el magistrado Marcelo Cardozo, al frente del Juzgado de Instrucción 1 de Posadas.A disposición del juez se encuentra “Huevo”, quien según las fuentes decidió entregarse a la Justicia alrededor de las 10 de ayer acompañado por un abogado del fuero local.Ante esta situación, Cardozo rápidamente ordenó un allanamiento en una vivienda del barrio Lapachitos de Posadas, donde viviría un familiar del único detenido. Allí se secuestró la motocicleta de 110 cilindradas sin dominio y sin marca visible. Una parte de los investigadores cree que en este rodado el joven huyó de la escena e incluso trató de esconderlo.Otro punto que llamó la atención en ese procedimiento fue el hallazgo de rastros de prendas de vestir presumiblemente quemadas, lo que podría indicar que el apresado intentó “eliminar” cualquier tipo de evidencia que lo comprometiera. Por el momento, lo único cierto es que el arma de fuego sigue sin aparecer.Anoche, Cardozo continuaba al frente de la investigación junto a un numeroso grupo de efectivos policiales, abocados en establecer qué fue lo que sucedió en la vivienda del barrio Santa Rosa. Mientras tanto, el menor permanecía internado con su vida pendiendo de un hilo, literalmente.




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