POSADAS. Un minucioso y preciso trabajo de Inteligencia permitió detectar que la conexión “Misiones”, parte integrante de una poderosa organización ligada al narcotráfico internacional, sacó cuatro cargamentos de cocaína hacia Uruguay, a través del paso fronterizo Colón (Entre Ríos)-Paysandú.El dato forma parte del andamiaje acusatorio contra los ocho detenidos el lunes 12: siete de ellos misioneros y el restante de nacionalidad paraguaya. El megaoperativo estuvo a cargo del personal de Gendarmería Nacional, que procedió al secuestro de 61 kilos de clorhidrato de cocaína.Si bien están convencidos de su vinculación con la red internacional, los investigadores creen que los ocho detenidos, en San José y Posadas, constituían un eslabón pequeño pero esencial para que el alucinógeno llegara a Uruguay.PRIMERA EDICIÓN pudo determinar, en base a contactos estrechamente vinculados con la investigación, que los misioneros tenían la función específica de que la droga llegara al país charrúa. Entre los sospechosos hay un gendarme, un empresario dedicado a la venta de automóviles, un mecánico chapista y un comerciante, entre otros.Fuentes de la pesquisa indicaron que los 61 kilos de cocaína incautados en un Ford Fiesta, en el control de San José, fueron valuados en 5 millones de euros, una cifra que la conexión local difícilmente pudiera controlar.De ahí es que se habla de financistas, de los verdaderos dueños de la droga que la compraban a un precio en Bolivia para venderla a números exorbitantes en el Viejo Continente. PRIMERA EDICIÓN publicó en exclusiva el procedimiento efectuado el lunes 12. No se trató de una tarea al azar, sino el corolario de una investigación que se inició hace más de nueve meses, con la detención en noviembre de un gendarme misionero en la localidad uruguaya de Canelones, con 323 kilos de cocaína, consignaron las fuentes. Todos tienen registro de entrada y salida del paísDos aristas muy interesantes trascendieron en las últimas horas de la investigación que derivó en el secuestro de 61 kilos de cocaína y a la detención de siete misioneros y un paraguayo.Una de ellas tiene relación con el dato de que la conexión “Misiones” sacó del país cuatro cargamentos de cocaína en lo que va del año.La otra hace referencia a que la Justicia tiene registros de que los sospechosos salieron y entraron al país en innumerables ocasiones por el paso Colón-Paysandú.Esta circunstancia se suma a las intervenciones telefónicas que comprometen seriamente a los implicados.Fueron más de nueve meses de trabajo de Inteligencia, lo que deja en claro que el procedimiento efectuado en San José no fue al azar. Los gendarmes sabían que la droga viajaba en un coche marca Ford Fiesta y que pasaría por el control de Gendarmería Nacional.Los ocupantes pretendían eludir el accionar de los uniformados con el integrante de la misma fuerza de seguridad, quien ahora permanece privado de la libertad en el Escuadrón 50 Posadas.Los ocho detenidos conformaban una parte de la estructura, la que tenía relación con el transporte del alucinógeno.Hay otras fases, como las de financiamiento, logística y ubicación del estupefaciente (destino-comprador), de las que poco se sabe hasta el momento.Fuentes de la pesquisa indicaron que algunos de los sospechosos serían llevados hoy a los estrados del Juzgado Federal de Posadas, ahora subrogado por el magistrado José Luis Rey.Entre ellos, el vendedor de autos que solía moverse al volante de un lujoso coche Mercedes Benz E-300 blanco.Aquella jornada los uniformados secuestraron la droga, los vehículos en que la transportaban y otros elementos probatorios.





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