PUERTO IGUAZÚ. El hecho resultó una masacre, a juzgar por las heridas de arma blanca que recibió la víctima. Héctor Vázquez fue blanco de catorce puñaladas y acabó, literalmente, con las tripas al aire. Todo sucedió el 3 de marzo pasado, en una heladería de la zona céntrica de Wanda, a los ojos de clientes y otras personas que pasaban circunstancialmente por el lugar.El juez de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, Juan Pablo Fernández Rissi, procesó a dos sospechosos por el delito de homicidio simple: Jorge Machado y Zacarías de Melo.La defensa apeló la resolución y el expediente fue girado al Tribunal Penal 1 de Oberá. Ayer PRIMERA EDICIÓN pudo confirmar que ese Alto Cuerpo, devenido en Cámara de Apelaciones, confirmó lo actuado por el juez penal de Puerto Iguazú.Es decir, ratificó el procesamiento y la prisión preventiva para ambos acusados, en la Unidad Penal 3 de Eldorado.El aberrante homicidio de Vázquez se produjo en un lugar público, donde muchas personas aguardaban su turno para comprar hamburguesas o disfrutar de un helado.Hasta allí llegó Machado al enterarse que su ex mujer y sus hijos cenaban con Vázquez.“Con los chicos no”, habría dicho antes de comenzar a golpearla.Vázquez entonces intentó interceder en favor de la mujer y eso bastó para que se ensañara con él.Pero el agresor no estaba solo, como se creía en un principio. De Melo se encargó de apartar a los pequeños para regresar y ayudar a su amigo.Ambos habrían atacado a puntazos a la víctima, por eso fueron procesados por el delito de “homicidio simple”, en calidad de coautores.Dos circunstancias asomaron decisivas para que el juez arribara a la conclusión sobre la responsabilidad penal de los dos.En primer término, el testimonio de testigos que, con mucho coraje, posicionaron a De Melo en la escena del violento episodio.En segundo lugar, la reconstrucción que el mismo Fernández Rissi dispuso para aclarar circunstancias que no estaban del todo claras.El tiempo pareció darle la razón, en virtud de la resolución dada a conocer ayer por el Tribunal conformado por los camaristas Francisco Aguirre, José Pablo Rivero y Lilia Avendaño. ContrarrelojLos tribunales penales de la provincia trabajan con ahínco sobre todo en las apelaciones de las causas que tienen detenidos.Esa circunstancia tiene una explicación. Quieren dejar, en lo posible, el camino libre para la flamante Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Menores, que tendrá jurisdicción en toda la provincia.Los magistrados y funcionarios que ocuparán sus respectivos lugares (vocales, fiscal, defensores etcétera) prestarían juramento el 30.El edificio donde estará la Cámara se encuentra en calle Córdoba, entre Jujuy y San Luis de la capital provincial.Todas las apelaciones serán resueltas entonces por ese órgano.





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