OBERÁ. Mediante notas dirigidas al Ministerio de Acción Cooperativa y al Ente Provincial Regulador de Agua y Cloacas (Eprac), el convencional constituyente de Oberá Rafael Pereyra Pigerl solicitó a los funcionarios que extremen las exigencias, el control externo e inicien los sumarios correspondientes a la Cooperativa de Electricidad Limitada de Oberá (CELO), puesto que no se estarían realizando las obras para asegurar un servicio adecuado de agua potable en el verano que se avecina.Además, el convencional constituyente por la Capital del Monte remitió a ambas dependencias todos los antecedentes que determinaron el escandaloso estado actual de la CELO, entidad que no pudo sostener el servicio de agua potable en el verano pasado, situación que obligó a los socios y usuarios a movilizarse en búsqueda de respuestas y que expuso a la ciudad a situaciones extremas, con varios días sin servicio en distintas zonas.Entre el material se remitieron también los resultados de la auditoría externa que determinó un pasivo de 75 millones de pesos en la entidad, situación financiera que la coloca al límite de la subsistencia y con uno de los panoramas económicos más complejos entre todas las cooperativas de servicios públicos que funcionan en la provincia.Preocupación“Nuestra gran preocupación reside en varios puntos, pero básicamente en que nadie nos asegura que tendremos un servicio de agua potable adecuado y continuo cuando empiecen a llegar los primeros calores. Hasta hoy no conocemos las inversiones que se deben realizar para solucionar de plano este tema y esto es grave porque podríamos estar repitiendo el drama del verano pasado. Además, no se siguieron las recomendaciones de la auditoría que iban a aportar transparencia a la gestión, es decir, vemos que todo sigue igual, sólo que amortiguado por el clima”, refirió el convencional.ConsecuenciasEl abogado, quien además fue el promotor del amparo judicial iniciado por más de 800 usuarios de Oberá por falta de agua y un deficiente servicio de energía eléctrica, agregó que “no se puede cuantificar el daño que se provoca cada vez que se interrumpe el servicio por varios días y que no se tiene el paliativo de la entrega en tanques o bidones; pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció que para mantener una calidad de vida mínima, cada persona necesita veinte litros diarios. También la OMS identificó 25 enfermedades graves generadas por la falta de agua potable”. “En Oberá estuvimos semanas sin agua, los barrios más humildes totalmente desamparados, es decir, se está violando en gran escala ese derecho humano y esto no se puede volver a repetir”, finalizó Pereyra Pigerl.





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