BUENOS AIRES (diario Clarín). Se conocieron los datos del último Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, de la Universidad Católica Argentina (UCA). Algunos de los resultados fueron que el acceso de los alumnos a materias clave como computación e idiomas depende de la clase social y en este sentido son los más humildes quienes lo padecen. ¿Su hijo tiene computación en la escuela? ¿Y le enseñan algún idioma?.Esas preguntas, entre otras, fueron contestadas por más de 5.400 familias de chicos y adolescentes de grandes ciudades del país. El resultado: llegaron en promedio al 40% los que contestaron que no. Es decir, que no tienen alguna de estas materias. Así lo refleja el último Barómetro de la Deuda Social de la Infancia de la UCA, que se presentará el miércoles próximo y al que Clarín tuvo acceso exclusivo.El déficit es mayor se focaliza en las clases bajas. La brecha con las clases medias-altas se mantiene en los últimos años. En la escuela secundaria, el plan Conectar-Igualdad logró reducir en parte esa desigualdad, aunque ésta sigue muy fuerte. La carencia de la oferta educativa está vinculada con que la doble jornada es casi marginal: 5,7% en las escuelas públicas, contra el 15,6% en las privadas.Ianina Tuñón, autora del Barómetro, explicó que “el sistema educativo reproduce las fronteras culturales, brindando peores oportunidades educativas a quienes tienen peores puntos de partida, ampliando de este modo la desigualdad. Ante lo que cabe preguntarse: ¿cómo es el proceso de distribución de los recursos? ¿Por qué los mismos llegan más rápidamente a los que menos lo necesitan?”.El relevamiento de la UCA se realizó en veinte conglomerados urbanos de más de 80 mil habitantes. Mientras que en el comienzo de la década el déficit de enseñanza de computación en la escuela primaria era del 63% entre la población más pobre, en 2012 pasó a ser del 59,7%. Este descenso no alcanzó para achicar la brecha de desigualdad con los sectores más acomodados. Así, un chico que pertenece a una familia de clase media alta tiene todavía casi tres veces más posibilidades de tener computación en su escuela que otro de los sectores más postergados.En la secundaria, de la mano del plan de entrega de netbooks Conectar Igualdad, hubo una reducción un poco más significativa de esa desigualdad. En 2012 los chicos de menores recursos tenían la mitad de posibilidades de contar con clases de computación en la escuela que los alumnos de clase media alta, mientras que en 2010 la relación era de tres a uno.Otro recorte que propone el trabajo de la UCA es la distancia entre la escuela pública y privada en computación: el informe indica que “pese a que en la educación de gestión pública se advierte el avance en la incorporación de este recurso educativo, todavía el 49,7% de los chicos que asisten a este tipo de escuela no cuentan con el mismo, mientras que en las primarias de gestión privada el déficit llega al 17%”. Tuñón además dijo: “Computación como materia sigue existiendo, lo que sucede es que muchas escuelas no tienen los recursos necesarios para poder implementarla. Lo mismo pasa con los idiomas”.Lengua extranjeraEn la enseñanza de inglés u otra lengua extranjera la brecha de desigualdad también es muy amplia. Los chicos de 6 a 12 años del estrato social bajo tienen un déficit del 23,4%, que es 4,5 veces superior a los del estrato medio alto. En este caso la desigualdad creció desde 2010 (ver infografía).En la primaria, el déficit de idiomas es del 56,4 en las clases bajas, contra el 18,5 de las altas. “Aquí corresponde aclarar que en la escuela secundaria la enseñanza de idioma extranjero tiene una larga tradición, y por ello el déficit es muy menor al observado en la educación primaria”, señala el informe.





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