La sonda europea Mars Express permite estudiar lo que Marte esconde varios kilómetros bajo la superficie, pues emite pulsos de baja frecuencia hacia el planeta y analiza el eco producido cuando rebotan contra cualquier tipo de superficie.Si bien la mayoría de los pulsos se reflejan contra la superficie del planeta, algunos logran penetrar en el subsuelo hasta que se encuentran con las superficies que separan las capas de distintos materiales, como rocas, agua o hielo.Al analizar la intensidad y la fase de los ecos que regresan al instrumento, Mars Express es capaz de determinar a qué profundidad se encuentran las distintas capas del subsuelo. La imagen muestra un corte de 5.580 kilómetros de longitud a través de las tierras altas del sur de Marte.En la parte derecha destaca la inmensa Hellas Planitia. Esta cuenca de siete kilómetros de profundidad y 2.300 kilómetros de diámetro es uno de los mayores cráteres de impacto del Sistema Solar. A la izquierda, en el polo sur de Marte, el radar desvela varias capas de polvo y hielo ocultas bajo el casquete de agua y dióxido de carbono congelados. Estas formaciones se extienden hasta una profundidad de cuatro kilómetros. Se piensa que son el resultado de los distintos ciclos de cambio climático que sufrió Marte.Los científicos han calculado que estos depósitos estratificados contienen suficiente agua como para cubrir todo el planeta con una capa líquida de once metros de profundidad.




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