MONTECARLO. Un tarefero de 56 años fue arrestado ayer a unos diez kilómetros de este municipio, después de intentar quemar la vivienda en la que descansaba su ex mujer y sus hijos menores, indicaron desde la Unidad Regional III.No trascendió si esos chicos son hijos también del atacante, lo que agravaría aún más un hecho de por sí aterrador.El lamentable episodio criminal se dividió en dos secciones, en gran parte por la indulgencia de la patrulla de la comisaría de Montercarlo (ver Algo que esconder). La historia comenzó a eso de las 23 del viernes pasado, cuando la víctima, una mujer de 55 años, que vive en compañía de sus dos hijos menores en una humilde vivienda del paraje Colonia Guaraipo, llamó a la comisaría y denunció que su ex concubino había llegado al lugar y amenazado con quemar la construcción de paredes de madera y techo de cartón.Al parecer, el hombre, de 56 años, dedicado a la tarefa, se habría enfurecido porque ella se negó a reiniciar el vínculo sentimental que alguna vez los unió.Entonces encolerizado y fuera de control, habría gritado a los cielos que regresaría para prender fuego la vivienda y todo lo que había en su interior, material o humano.En ese instante, aterrada, la mujer llamó a la comisaría. Dicen que una patrulla se dirigió al lugar, distante a unos diez kilómetros de Montecarlo, y tras un dudoso rastrillaje, regresó a la base porque el agresor no había sido localizado.Unas dos horas después, a la 1 de ayer, la comisaría recibía el segundo llamado de la víctima diciendo que su ex efectivamente había incendiado el domicilio.Por fortuna, ella despertó cuando se iniciaba el fuego y alcanzó a ver al responsable cuando se retiraba presuroso.Así pudo sofocar el principio ígneo y sobrevivir para contarlo.Poco después, la Policía se esforzó un poco más y logró arrestar al sospechoso, que fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción 2 de Eldorado. Algo que esconderCostó obtener la información respecto a este nuevo capítulo de violencia de género, que bien pudo haber terminado en tragedia, con la muerte de tres personas.A Dios gracia no ocurrió, lo que no exime de gravedad a una problemática que parece extenderse en la sociedad.Y fue difícil obtener la información, de no mediar la intervención del mismísimo jefe de la Unidad Regional III, con asiento en Eldorado, comisario Tomas Arturo Oviedo, porque los efectivos policiales de Montecarlo no se mostraron muy diligentes en esta historia. Todo comenzó a eso de las 23 horas del viernes, cuando la mujer, de 55 años, llamó a la comisaría local denunciando que su ex concubino había llegado a la casa en estado de ebriedad y amenazado con regresar para prender fuego la construcción y todo lo que hubiera adentro, metarial o humano.Según la versión oficial, una patrulla se dirigió al lugar y rastrilló la zona, al parecer sin demasiado esfuerzo ni sacrificio.Porque el acosador regresó y cumplió con sus amenazas. Prendió fuego la vivienda y huyó con el objetivo de alcanzar impunidad.Allí sí la Policía fue al lugar y poco después, localizó al incendiario. Pero qué hubiera pasado si se hubieran registrado víctimas fatales.





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