EL CAIRO, Egipto (AFP-NA). Miles de partidarios del presidente islamista derrocado Mohamed Mursi tomaron las calles frente a las fuerzas del orden, autorizadas a disparar contra ellos, desatando una ola de violencia que causó al menos setenta muertos y transformó barrios enteros en campos de batalla.El Gobierno egipcio instalado por el ejército aseguró que se enfrenta a “un complot terrorista malintencionado” de los Hermanos Musulmanes, para justificar la represión que ha causado más de 600 muertos en los últimos días, en su mayoría defensores del presidente islamista derrocado Mohamed Mursi.“El Gobierno afirma que sus miembros, las fuerzas armadas, la policía y el gran pueblo de Egipto están unidos para combatir el complot terrorista malintencionado urdido por los Hermanos Musulmanes”, según el comunicado del gabinete del primer ministro.Ante esta escalada, que hace temer que el país -bajo estado de emergencia desde el miércoles y donde impera un toque de queda nocturno en varias provincias- se hunda en el caos, los europeos estudian “la adopción de medidas”. Alemania dijo incluso que quiere revisar sus relaciones con El Cairo.En la capital egipcia, patrullada masivamente por el ejército y por comités populares partidarios del gobierno, se escuchaban disparos de armas automáticas en diferentes barrios, sobre todo en torno a la Plaza Ramsés, donde se encontraban reunidos miles de partidarios de los Hermanos Musulmanes.Los cadáveres de al menos 39 personas yacían en dos mezquitas de El Cairo, donde la policía y el ejército dispersaban a los partidarios de Mursi, según un corresponsal de la AFP y testigos.Además, fuentes de seguridad afirmaron que 31 personas habían muerto en las diferentes provincias.También se oían disparos en otras grandes ciudades del país donde manifestaban los partidarios de Mursi, como Alejandría (norte), Beni Sueif y Fayum, al sur del Cairo, y en la ciudad turística de Hurghada, a orillas del mar Rojo.Este viernes los Hermanos Musulmanes llamaron a manifestarse “por millones” y “pacíficamente” en las calles de Egipto para denunciar “la masacre” del miércoles, que causó 637 muertos y más de 3.000 heridos. La jornada del viernes fue una prueba para el país árabe más poblado, donde la división no cesa de ahondarse entre partidarios de los Hermanos Musulmanes y quienes aprueban las medidas de seguridad que las nuevas autoridades parecen privilegiar ahora.Laila Musa, portavoz de la Coalición pro Mursi contra el “golpe de Estado”, informó de que se produjeron protestas en todo el país.Además, Musa indicó que seguidores de Mursi, entre los que hay al menos dos ex miembros del parlamento, fueron arrestados en redadas llevadas a cabo antes de las protestas.Por su parte, Tamarrod, movimiento que promovió las gigantescas manifestaciones que llevaron a la destitución de Mursi, instó a los egipcios a que creen “comités populares” para defender al país contra lo que denominan “terrorismo” de los Hermanos Musulmanes, el movimiento de Mursi.Las autoridades decretaron el estado de emergencia durante un mes el miércoles y desde entonces hay toque de queda en la mitad del país.La situación en Egipto causa preocupación en la comunidad internacional. El presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, pidieron este viernes “una concertación urgente a nivel europeo” sobre la crisis egipcia, anunció ayer la Presidencia francesa.El mandatario francés y la canciller alemana pidieron “que los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión (Europea) se reúnan rápidamente, la semana próxima, para analizar la cooperación entre la Unión Europea y Egipto y elaborar respuestas comunes”, según el Elíseo.Los representantes de los 28 Estados miembros de la Unión Europea se reunirán el lunes en Bruselas para analizar la situación, indicó ayer el servicio de Acción Exterior de Catherine Ashton, jefa de la diplomacia europea.El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció el jueves la cancelación de ejercicios militares conjuntos entre su país y Egipto tras condenar “enérgicamente” la brutal represión contra manifestantes opositores, pero sin llegar a cortar la ayuda a El Cairo.El rey Abdalá de Arabia Saudita proclamó por su parte su apoyo a las autoridades egipcias “contra el terrorismo” y advirtió del peligro de “injerencias” en los asuntos internos de El Cairo.Ayer, la Coalición pro Mursi condenó los ataques en un comunicado en el que también acusó a algunos cristianos de apoyar el derrocamiento del primer presidente democráticamente elegido en el país.





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