POSADAS. A poco más de un año de ocurrido el crimen del pensionado Enrique Bernardino Ayala parece encaminarse definitivamente a juicio oral y público. La causa se encuentra en el Tribunal Penal 1 y aunque aún no se estableció la fecha de realización, todo indica que se produciría antes de la próxima feria judicial.La causa tiene un solo detenido. Se trata de Johny Ramírez, un joven que al momento del hecho tenía veinte años. El juez de Instrucción 3 de Posadas, Fernando Luis Verón, decidió procesarlo por el delito de “homicidio simple”, que contempla un mínimo de ocho años de prisión.El asesinato ocurrió el 1 de agosto de 2012, a metros de la intersección de las avenidas Tambor de Tacuarí y Aguado de esta ciudad.Según la reconstrucción judicial, Ayala salió de su casa a eso de las 5. Su esposa habría dicho que se dirigió al cajero automático ubicado en la mencionada esquina. Tenía la esperanza de que estuvieran depositados los 1.300 pesos que cobraba mensualmente por su discapacidad motriz.No tuvo suerte. La cuenta estaba vacía. Y puso un pie en la vereda sin saber que lo peor estaba por venir. Desconocía que, a unos cincuenta metros del cajero, lo observaban. Para la Justicia, el hombre que aguardaba para abordarlo era Ramírez.El criminal lo intimidó con un arma blanca y creyendo que Ayala mentía al decir que no tenía dinero, le asestó tres puñaladas que terminaron con su vida.Tras la agresión, la víctima intentó regresar a su domicilio. Caminó media cuadra y se desplomó en el bulevar de ingreso a la avenida Aguado, a un costado de la Escuela 219.Ese mismo día los investigadores establecieron que Ramírez tendría alguna relación con el hecho. Fueron hasta su casa, con una orden de allanamiento expedida por el juez Verón, y lo detuvieron.Un hermano del sospechoso, integrante de la Policía de Misiones, lo convenció de que se entregara.Cerca de allí, se procedió al secuestro de un cuchillo con manchas, presumiblemente, de sangre.Una pericia de ADN encontró posteriormente el patrón genético de Ayala en la hoja del arma blanca.En su defensa, Ramírez incriminó a otro joven, llamado Iván, en la autoría del hecho, pero esa versión no convenció al magistrado que encabezó la investigación.Ahora trascendió que el Tribunal Penal 1, donde se llevará a cabo el debate, permitió la realización de un careo entre ambos jóvenes, cuates en el consumo de sustancias prohibidas y alcohol.




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