POSADAS. A horas de dejar su cargo, en diálogo exclusivo con PRIMERA EDICIÓN, el saliente director paraguayo de Yacyreta, Guillermo López Flores (foto), trazó un preocupante diagnóstico de la entidad en materia financiera y técnica. Es parte de un informe que recibirá el entrante director, el encarnaceno Juan Schmalko, quien tuvo coincidencias en el diagnóstico.¿Cuál es la situación financiera de la EBY Paraguay?En mi calidad de consejero durante el año transcurrido, ya tenía una noción del estado financiero en general. Es fácil de calificar: lamentable. Pero en esta función de director que es un CEO, un ejecutivo, los detalles todavía son menos alentadores.¿Se debe a la falta de remisión de fondos de Argentina a Paraguay? Sí, hablando con propiedad diría que esa es la causa principal, sino la única. También de este lado tenemos, en lo que respecta a pagos por consumos de energía, nuestros problemas y deficiencias. Pero principalmente el mayor comprador-consumidor y fuente de nuestro flujo de caja es obviamente Argentina. No ha sido un año fácil. Entiendo que para la economía argentina y -en particular- para la EBY que fue agravado por la situación diplomática entre nuestros gobiernos. Se habla del mal estado de las turbinas. ¿Cuál es su diagnóstico de las mismas?El diagnóstico es que todas requieren reparación. No hay dudas. Tal vez, no se si su interés es saber quién es el responsable del estado de las turbinas, eso es algo que en algún momento futuro se analizará. Seamos proactivos y tratemos de concentrarnos en la reparación. De modo que no prospere el deterioro y podamos extraer toda la capacidad de generación energética que deberían dar esas máquinas en condiciones naturales.¿Se sometió a las turbinas a un exceso de trabajo?Sí, esa es una hipótesis. Es de conocimiento público que muchos años no operó en las condiciones nominales de diseño para las que fueron construidas porque el nivel del agua no permitía alcanzar el salto nominal para el cual se construyen las máquinas. Eso no es imputable para nadie en particular. Si dentro de esa situación, de operación en condiciones “especiales” se ha sometido a las máquinas a demandas o cargas fuera de lo recomendado por el fabricante, no se puede decir ni que sí ni que no. Lo prioritario es la reparación y volverlas a la producción. Hace un año estuvieron dos máquinas paradas de veinte. Eso representa un déficit de producción tan necesario para ustedes y de facturación tan necesaria para nosotros.¿Las reparaciones serán de las normales o no saben con qué se encontrarán al verlas una a una?Las reparaciones ya no son provisorias, se abandonó esa tesitura. Ahora son definitivas a dos por año. Las veinte nos llevarán unos diez años de reparaciones. No se pueden parar todas a la vez. Para Argentina representan entre el 15 y 17% de demanda de energía. El deterioro está limitado y con una reducción de la potencia se puede convivir claramente hasta que le llegue el momento de reparación a cada una.Hubo cruces por el nivel de cota entre Posadas y Encarnación. ¿Cómo estamos ahora?Es un elemento irritante, permanente y frecuente. Me he trenzado con mis colegas del sector energético sobre el tema. En mi opinión, como ingeniero consultor, hay mucha desprolijidad. El Tratado y las notas reversales determinan tres niveles de cota, con redacciones desprolijas que dan lugar a interpretaciones. No tienen una precisión en su redacción, de modo que no haya dudas. Se usa el argumento, la nota que más convenga a cada uno, se utiliza.Por otro lado, también hay realidades impuestas por la naturaleza y por la operación de instalaciones tan complejas. No se puede mantener con precisión de milímetros. En una acumulación de agua de 1.200 kilómetros cuadrados, alimentado por uno de los ríos más dinámicos del mundo, con una cuenca hidráulica de 3 millones de kilómetros cuadrados y un régimen de hidraulicidad tan cambiante. En mi diagnóstico, uno de los males principales de esta institución -y creo que no solo del lado paraguayo- es la falta de gestión o del rigor de proceder de acuerdo a normas, leyes, reglamentos y tratados. Y mucha improvisación, mucha arbitrariedad en todas estas cosas. Tampoco hemos tenido la lucidez de analizar y corregir las redacciones para no dejar espacio a las interpretaciones, ni un manual de operación del embalse a cota 83. No tenemos reglas de juego que no den lugar a controversias. Y surgen estas situaciones. “Financieramente inviable”A punto de asumir como nuevo director ejecutivo, el ex intendente de Encarnación, Juan Schmalko, se refirió ayer en rueda de prensa con medios paraguayos a la situación en la que asumirá su cargo.“Hoy es inviable, Yacyretá produce 900 millones de dólares como capacidad máxima de generación y la deuda, las cargas financieras, son de 1.000 millones”, declaró a Radio Ñandutí.El nuevo titular de la represa declaró que asume un “gran desafío y una gran oportunidad para Paraguay (…) de subsanar esa situación que hoy lleva a Yacyretá a ser una empresa no solamente técnica, sino financieramente inviable”.Aseguró que es “preciso encontrar una solución para llevar adelante otras obras e inversiones que permitan a Yacyretá ser sustentable financieramente” y reiteró el pedido paraguayo de renegociación de la deuda. “Hay una posibilidad de renegociación y de solución a través de un acuerdo para ver hasta dónde se puede bajar esa deuda, sobre todo las cargas financieras y, de ahí en más, negociar posteriormente para que pueda llegarse a un feliz término”, sentenció Schmalko.





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