ASUNCIÓN, Paraguay (AFP-NA). El multimillonario empresario Horacio Cartes, un outsider de la política que devolvió al poder al Partido Colorado que sustentó la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989), asumirá hoy la Presidencia con la promesa de sepultar el autoritarismo y combatir la pobreza para “llevar al país a un nuevo rumbo”.Cartes -de 57 años-, prometió “un gobierno incluyente” y dijo que se propone “responder a la esperanza” de los que lo eligieron y “ganar la confianza” de los que no lo votaron.En un gesto para marcar su impronta, el exdirigente del club de fútbol Libertad nombró un equipo de gobierno que calificó como “una selección paraguaya”, conformado más por técnicos de vasta trayectoria que por políticos, pasando por alto a los llamados “dinosaurios” o líderes históricos de su partido.“Los conocí a través de su currículum, su historia de vida y por la gran honorabilidad que cada uno de ellos carga en su modelo y en toda su vida”, dijo el presidente electo. Entre los elegidos figura el exjefe antidrogas Francisco de Vargas, perteneciente al Partido Liberal, tradicional rival del Colorado, nombrado ministro del Interior.El nuevo presidente será investido hoy en sustitución del liberal Federico Franco, quien completó el período iniciado en 2008 por Fernando Lugo, un exobispo católico izquierdista que puso fin a 61 años de hegemonía colorada, 35 de ellos bajo Stroessner.La asunción de Cartes permitirá superar la crisis diplomática provocada por la salida de Lugo, destituido por el Congreso en junio de 2012 por “mal desempeño”, una decisión cuestionada en el ámbito internacional y que llevó a la suspensión de Paraguay en organismos multilaterales, como el Mercosur y la Unasur.Reacciones Cartes, un novato en la política que votó por primera vez hace tres años, se afilió recién en 2009 al Partido Colorado, al que encontró atomizado después de la histórica derrota en 2008.Su decisión de prescindir de los líderes del pasado, asociados con la corrupción y el clientelismo, provocó reacciones en la poderosa cúpula del centenario partido, fundado en 1887 y administrador histórico del Estado paraguayo.Su presidenta, la senadora Lilian Samaniego, consideró que el gabinete de gobierno “también requiere gente con perfil político y no sólo técnico”, si bien dijo aceptar lo resuelto por el nuevo líder de su partido.La frondosa clientela de Samaniego está inserta entre los 300.000 funcionarios públicos, en un 70% colorados, expectantes por los nombres que irá designando Cartes para buscar su acomodo.“Evidentemente Cartes se quiere desvincular del pasado del Partido Colorado. Nadie sabe si podrá lograrlo. Es posible que tampoco le interese entrar a enderezar una estructura partidaria tan compleja. Se nota que su intención es tomar el liderazgo nacional y asumir personalmente su éxito o su fracaso”, comentó a la AFP la analista Gladys Benegas, directora de postgrado de la Facultad de Economía de la Universidad CatólicaBenegas observó que Cartes, hasta la campaña electoral titular de un grupo que incluye desde tabacaleras hasta bancos, casas de cambio, unidades productivas de soja y embotelladoras de gaseosas, entre otras empresas, se comporta como lo que es, como un patrón, lo que lo ha llevado al éxito en sus negocios.“Es el que va a tomar las decisiones y sus ministros serán como sus gerentes de quienes esperará resultados, y si no los hay, que le cobren a él”, remarcó. “A mí nadie me maneja”, señaló en una entrevista con la AFP Cartes, quien parece saber que está pisando un terreno difícil, en el que se expone al acecho de sus propios correligionarios.“El diputado será diputado, el senador será senador”, dijo, cerrándoles de entrada el camino para ocupar los apetecidos cargos administrados por el Ejecutivo. “No creo que gane dinero. Al contrario, voy a gastar dinero”, dijo Cartes, al tiempo que anunció que donará su salario, de unos 14.000 dólares, a entidades de beneficencia. “Profundizar relaciones con los vecinos”“Este gobierno buscará enfocar de forma bilateral sus lazos con los países del Mercosur y profundizar sus relaciones con los vecinos fuera del bloque”, dijo ayer quien será el ministro de Relaciones Exteriores, Eladio Loizaga.Loizaga anticipó que “no habrá reunión conjunta” con los presidentes de los miembros del Mercosur: Argentina, Brasil y Uruguay.Venezuela también integra el bloque, pero su mandatario, Nicolás Maduro, no fue invitado a la toma de posesión de Cartes hoy.Cartes sostendrá encuentros “individualmente” con los presidentes Cristina Kirchner (Argentina), Dilma Rousseff (Brasil) y José Mujica (Uruguay), pues “los temas se enfocarán en forma bilateral”.El Mercosur, así como la Unión de Naciones Sudamericanas, habían suspendido a Paraguay en junio de 2012 como represalia por la destitución por el Congreso del presidente izquierdista Fernando Lugo, vía juicio político, acusado de “mal desempeño de funciones”.Paralelamente a la suspensión de Paraguay, el Mercosur resolvió el ingreso pleno de Venezuela, que no había sido ratificado por el Congreso paraguayo. El Mercosur y la Unasur levantarán la suspensión de Paraguay cuando asuma Cartes, quien fue elegido en los comicios de abril pasado.Ni el gobierno saliente de Federico Franco (ex vicepresidente de Lugo) ni el entrante de Cartes han aceptado esa suspensión, en tanto consideraron “ilegal” el ingreso de Venezuela al Mercosur.Loizaga -ex embajador ante la ONU en Ginebra, en Nueva York, ante Argentina y Brasil- dijo que la presencia de los socios del Mercosur en la toma de posesión de Cartes “es una muestra de una intención de normalizar las relaciones”.





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