PUERTO IGUAZÚ. La investigación por el sangriento homicidio del remisero paraguayo Pedro Bernal (52) continúa y en las últimas horas surgieron datos que inclinaron la balanza de las hipótesis en dirección a un crimen sentimental.Así lo aseguraron diversas fuentes cercanas al caso a PRIMERA EDICIÓN, quienes confirmaron que testigos le dijeron a la Policía tener conocimiento acerca de presuntas amenazas que la víctima recibió en los últimos días, al parecer vinculadas con una relación que Bernal habría mantenido con una mujer de nacionalidad paraguaya.Así se explicaría también la saña con la que actuaron él o los asesinos, que le asestaron al menos 17 puñaladas en distintas partes del cuerpo al remisero, hallado masacrado por un colega en el barrio Obrero de Puerto Iguazú el último domingo por la madrugada.Al respecto, las fuentes aseguraron que las amenazas habrían llegado a la víctima a través de su teléfono celular, elemento que no fue encontrado hasta el momento y que es intensamente buscado por los detectives de Investigaciones de la Unidad Regional V de la Policía de Misiones.De todas maneras, el magistrado Juan Pablo Fernández Rissi -al frente del Juzgado de Instrucción 3 de Puerto Iguazú y a cargo de la investigación- ya solicitó en las últimas horas un informe a la compañía de telefonía celular de la que era cliente Bernal, con el objetivo de establecer cuáles fueron los últimos números que se contactaron con su línea, así como los mensajes de texto enviados y recibidos.El dato surgió por parte de un testigo cercano a la víctima, quien aseguró que Bernal había recibido amenazas, aparentemente vinculadas a esa relación con esa mujer, con la que según dijo, “solía andar”.Así las cosas, aunque los investigadores prefieren no descartar todavía otras teorías, la hipótesis de un crimen de índole pasional ganó terreno en las últimas horas entre los pesquisas, que ayer permanecían abocados en reconstruir las últimas horas de vida del trabajador del volante.Por el momento, lo que surge de ese trabajo es que Bernal se habría encontrado con esa mujer entre la noche del sábado y la madrugada del domingo, antes de ser ultimado. Por el momento todo es materia de investigación.Esos datos se suman a los aportados por testigos anteriormente, como este medio publicó ayer, quienes aseguraron haber visto ascender al remís de la víctima a dos hombres que tenían marcado acento paraguayo alrededor de las 3 del domingo, es decir, una hora antes de que apareciera su cuerpo.Puerto Iguazú amaneció conmocionada el último domingo una vez que la noticia se divulgó por la ciudad. Alrededor de las 4 de ese día, un remisero que circulaba por la calle Peteribí del barrio Obrero, entre Palo Rosa y Paraíso, divisó el cuerpo de un hombre al costado de la calzada.Al detenerse, descubrió que el sujeto había sido masacrado de 17 puntazos en el rostro, el tórax y la espalda. Horas más tarde la Policía logró identificarlo: se trataba de Pedro Bernal, un remisero paraguayo domiciliado en el barrio Villa Alta.Justamente a tres cuadras de su casa los uniformados hallaron el Chevrolet Corsa modelo 2012 que utilizaba para ganarse la vida. Estaba totalmente incinerado y en su interior encontraron un cuchillo que, suponen, pertenecía a la víctima. Del vehículo -que según los Bomberos ardió a unos 1.000 Cº- también se tomaron muestras de material biológico que será sometido a pericias.En las últimas horas efectivos de la Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas del Poder Judicial, a cargo del letrado Fernando Castelli, partían hacia Puerto Iguazú para colaborar con el trabajo de los detectives locales.





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