BUENOS AIRES (Medios digitales). En el marco de la investigación por el brutal asalto ocurrido el lunes pasado en una verdulería de la localidad bonaerense de Berisso, que dejó como saldo, una beba muerta, una embarazada baleada y dos jóvenes detenidos, los pesquisas trabajan para encontrar el arma y la moto utilizadas para cometer el robo.En ese contexto, se supo que en el expediente judicial, figura la declaración de un amigo del supuesto tirador, que cuenta lo que éste le dijo después del ataque: “Por los diarios me di cuenta que le había pegado a una embarazada pero yo no lo hice queriendo, yo no le quise tirar a nadie, tiré por tirar”, según publica Diagonales.com.Aarón Cáneva y Nahuel Caliva, los dos jóvenes detenidos por el fatal hecho que tuvo como víctima a Mery Vidal Borda, deberán declarar en las próximas horas ante la fiscal Virginia Bravo quien los procesó por los delitos de “homicidio agravado por el uso de arma en ocasión de robo criminis causa y tentativa de homicidio agravado criminis causa”, delito que se paga con perpetua.La detención solicitada por la fiscal fue avalada por el juez de Garantías Fernando Mateos quien, en su escrito aclaró que la calificación legal del hecho puede variar a futuro con la producción de prueba pendiente.El magistrado sostuvo en la orden de detención que la beba Sofía Álvarez Vidal alcanzó a tener vida extrauterina que, aunque fue por un “breve lapso”, la convirtió en “sujeto de derecho”, postura que tiene su antecedente inmediato en el caso de Carolina Píparo, la embarazada baleada en La Plata durante una salidera bancaria, hecho por el que los acusados fueron condenados a perpetua por la muerte del bebé Isidro Buzali, quien también logró obtener vida extrauterina después del ataque, tal como logró probar el fiscal Marcelo Romero, lo que marcó un caso testigo (leading case) en la Justicia argentina.Fuentes judiciales confirmaron que el juez Mateos solicitó “una copia certificada de la sentencia del caso Píparo que analizará para tener en cuenta ante futuras presentaciones de las partes del proceso”.Aarón Cáneva fue el primero de los detenidos. Cuando estaba rodeado por personal policial, estalló en llanto y decía “en la cárcel me van a matar”, detallaron fuentes de la investigación. Un día después fue capturado Nahuel Caliva, hijo de un policía. Un amigo de él, relató ante investigadores policiales que el joven confesó ser el autor del disparo: “Me mandé una recagada. Fui a robar, me hice 150 pesos pero quería más. Yo estaba re ropiado (drogado), justo en ese momento se quiso escapar una persona y la metí para adentro, le apunté con el arma, yo quería hacer todo rápido. Hoy (por el martes 7 de agosto) leí los diarios y me di cuenta que le había pegado a una embarazada pero yo no lo hice queriendo, yo no le quise tirar a nadie, tiré por tirar”, figura en el expediente.




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