POSADAS. La empleada de una farmacia de esta ciudad evitó que un delincuente asaltara el negocio a punta de arma de fuego. La fórmula fue sencilla. Gritó como si fuera lo último que hiciera en la vida y logró que el pistolero desistiera de su accionar, consignó ayer el departamento Prensa de Jefatura.El episodio delictivo se produjo el martes, alrededor de las 19, en el negocio situado en la intersección de la avenida Chacabuco y calle 111, agregó el parte.Allí se encontraba la mujer, de 28 años, cuando un hombre ingresó al local.No dio demasiados rodeos como hacerse pasar por un cliente ocasional, simplemente sacó el arma de fuego e intentó amedrentar a la empleada.Claro que no contó con la potencia de los gritos de la víctima y pasmado se dio a la fuga con las manos vacías.Al parecer, el malhechor actuó solo y con el rostro al descubierto, señalaron las fuentes.No trascendieron detalles respecto de las características físicas del criminal ni si contaba con algún cómplice.Lo cierto es que, tras la denuncia correspondiente, personal de la comisaría seccional Sexta montó un amplio operativo en busca del sospechoso pero con resultados negativos.En la pesquisa también trabajan efectivos de Investigaciones, aunque con idéntico final.Se instruyen actuaciones en la comisaría jurisdiccional en una causa caratulada como “tentativa de robo a mano armada”, concluyó el portavoz de la fuerza de seguridad provincial.





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