BRASILIA, Brasil (Agencias y diarios digitales). La Justicia brasileña condenó ayer a 624 años de prisión a 25 policías que participaron en la matanza de 111 presos en 1992 en la cárcel de Carandirú, de São Paulo, que desde entonces fue considerada como un símbolo de la violación de los derechos humanos y fue demolida en 2002.A pesar del fallo en su contra los agentes permanecerán en libertad dado que sus abogados anunciaron que apelarán la sentencia, indicó la agencia Ansalatina.El juez Rodrigo Tellini de Aguierra Camargo dijo en la madrugada de ayer que “hubo un inequívoco abuso de poder” por parte de los 25 policías militares de São Paulo que fueron encontrados culpables de la masacre ocurrida el 2 de octubre de 1992.Ese día la Policía Militarizada irrumpió en el reclusorio ubicado en el norte de la ciudad y mató a 111 presos amotinados que, al parecer, presentaron resistencia a la fuerza pública.La Justicia de São Paulo resolvió desagregar la causa en cinco grupos de procesados tomando en cuenta las celdas y los pisos del Pabellón 9 de la Casa de Detención de Carandirú, donde actuó cada columna de la ROTA, que es la tropa de elite de la Policía Militarizada.El proceso comprende 57 volúmenes, 111 anexos y 50 mil páginas, y el veredicto anunciado hoy corresponde al segundo grupo de acusados, ya que en abril pasado habían sido condenados 23 policías por el asesinato de otros trece detenidos.“Aún tenemos otros procesos por delante, tenemos una gran confianza en que habrá nuevas condenas y que un día se borrará esta mancha de la Policía Militar de São Paulo”, declaró ayer Eduardo Olavo Canto Neto, poco después de conocida la sentencia.“Los miembros del jurado reafirmaron la percepción que tuvieron otros jurados populares acerca de la efectiva ocurrencia de la masacre”, declaró por su parte otro integrante de la Fiscalía paulista, el abogado Fernando Pereira. La sentencia conocida en la madrugada de este sábado alcanza a 25 policías que actuaron en uno de los sectores del Pabellón 9, donde murieron 52 detenidos, mientras otros tres jurados serán formados entre octubre de este año y 2014.El ejemplar fallo establece que los condenados purguen la pena en régimen de prisión cerrado pese a lo cual los 25 reos continúan en libertad dado que sus abogados anunciaron apelar la sentencia.La decisión de la Justicia de São Paulo demuestra que “el sistema está loco, está fallido y hoy la sociedad fue derrotada y el mundo del crimen ganó”, declaró la abogada defensora de los policías, Ieda Ribeiro.En cambio organizaciones de derechos humanos han cuestionado la “impunidad” de la cual gozarían los policías involucrados en el crimen gracias a las “maniobras dilatorias” en la Justicia que posponen su encarcelamiento.Recuerdan esos grupos que el fallecido comandante de la invasión, coronel Ubiratan Guimaraes, condenado a 632 años de prisión en 2001, se valió de diversas medidas dilatorias y luego de su condición de diputado para evitar ir preso.Desde 1992, cuando ocurrió el episodio, varios de los policías que participaron en el mismo obtuvieron su ascenso dentro de la policía donde volvieron a delinquir, ya que fueron procesados por nuevos crímenes, según informó ayer el sitio de noticias UOL, perteneciente al diario Folha de São Paulo.Allí se publicó que los 25 agentes condenados ayer tienen penas pendientes, por asesinatos posteriores a 1992, que suman 298 años de prisión. Según académicos y periodistas especializados en seguridad pública, luego de la masacre de Carandirú comenzó a formarse la banda criminal Primer Comando de la Capital, dirigida por presos de diversas prisiones de São Paulo.Esa organización criminal estuvo al frente de decenas de motines simultáneos en varias prisiones de São Paulo en la década pasada y en mayo 2006 lanzó ataques armados en varios puntos del estado, causando un colapso de la seguridad pública, con un saldo de medio millar de muertos.Nuevos ataques simultáneos a comisarías y puestos policiales fueron perpetradas por el Primer Comando en los últimos meses, con un saldo de centenas de víctimas, entre agentes y supuestos malhechores.PelículaAl final de su alegato, la acusación proyectó para los jurados unos minutos del galardonado filme “Carandirú”, del director argentino Héctor Babenco, que relata la masacre. La película fue lo último para lo que se usó la prisión antes de su demolición en 2002, un año antes del lanzamiento.Esta película ganó entre otros premios el India Catalina a mejor película en el Festival de Cine de Cartagena (Colombia) en el año de 2004. Claves• El juicio de la mayor tragedia carcelaria en la historia de Brasil, que se extendió por una semana, es la segunda parte de un proceso que fue dividido en cuatro, para juzgar en total a 79 policías militares por la muerte de los presos. A este grupo de policías se le responsabiliza del fallecimiento de 52 presos.• Las cuatro partes del juicio corresponden a las muertes registradas en cada piso de la prisión el 2 de octubre de 1992, cuando un operativo policial para contener una riña entre presos desembocó en una rebelión. • La acusación asegura que los presos fueron ejecutados, mientras la contraparte señala que los policías dispararon en legítima defensa, porque estaban siendo amenazados y agredidos por los prisioneros amotinados.• Todos los policías que participaron en la acción resultaron ilesos. Otros 87 presos quedaron heridos. • El proceso, que se inició en abril, tardó más de dos décadas en realizarse porque inicialmente estaba en la justicia militar y luego pasó a la esfera de la justicia ordinaria. Una serie de recursos presentados por los reos a lo largo de los años también demoró su comienzo. • En abril, en la primera parte del juicio, 23 policías fueron condenados a 153 años de cárcel cada uno, por la muerte de trece presos.• Hasta antes de que se iniciara el juicio, sólo había sido procesado un acusado por esta masacre: el coronel que comandó la operación, Ubiratan Guimarães, que en 2001 fue condenado a 632 años de prisión por las muertes, pero más tarde apeló el fallo y fue absuelto. Guimarães, también ex diputado estatal, fue hallado muerto en 2006 con un tiro en el pecho en su apartame
nto de São Paulo.





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