SAN VICENTE. Juan Pablo Durand tiene doce años y es el responsable de que el Jardín Botánico de San Vicente lleve el nombre de “Yvy Porá”. El 5 de junio de este año, Día Mundial del Medio Ambiente, se descubrió la placa con el nombre, pero lamentablemente Juan Pablo no estuvo presente porque la Escuela Nº 359 no contaba con fondos para el traslado desde Fracrán, y, según contó él mismo, no fue invitado personalmente. Juan Pablo quiere ser jugador de fútbol profesional y le gusta leer sobre la cultura de los mbya guaraní y de Andrés Guacurarí.El año pasado el Concejo Deliberante de esta localidad lanzó un concurso para los alumnos de las escuelas primarias para poner el nombre al Jardín Botánico. Más de 100 propuestas se presentaron para concursar, pero la elegida fue la de Juan Pablo Durand. El 5 de junio pasado se descubrió la placa con el nombre de “Yvy Porá” Tierra Hermosa en la lengua guaraní.Lo llamativo fue la ausencia del autor del nombre y hasta se le hizo leer la argumentación a un alumno del colegio Escuela de la Familia Agrícola San Vicente de Paul. En un primer momento se pensó que la Municipalidad no invitó al niño. Pero las autoridades aseguraron que sí. Su padre, Rubén Durand, desconocía que hubiera habido una invitación, al menos no la hubo en forma personalizada.Luego se conoció que los directivos de la Escuela Nº 359 “Cacique Fracrán” recibieron la invitación para participar de la “promesa por el cuidado del medio ambiente” y no pudieron concurrir por falta de fondos. El establecimiento está ubicado en la localidad de Fracrán, a 45 kilómetros del Jardín Botánico “Yvy Porá”. Tampoco avisaron a los familiares del alumno de séptimo grado y abanderado de la escuela para que concurra en forma particular.A un mes de no participar del acto donde se impuso el nombre sugerido por él al Jardín Botánico, Juan Pablo Durand habló con PRIMERA EDICIÓN e indicó no estar molesto “por no haber venido, me hubiera gustado estar, pero eso ya pasó. Los que van a visitar el lugar saben quién ganó el concurso para ponerle nombre”.Juan Pablo concurre a séptimo grado, es el mejor promedio y abanderado. “Me gusta la naturaleza y me gusta cuidarla. Tenemos que hacer todo lo posible para no destruir nuestro medio ambiente. Conozco el Jardín Botánico y me gusta ver los ejemplares magníficos de especies nativas que hay allí. Como vivo en una localidad rodeada de vegetación suelo ver plantas majestuosas, pero hay muchos que no y tienen la oportunidad de conocerlo ahí en ese lugar”.Además indicó que su idea del nombre Yvy Porá se le ocurrió a partir “de las leyendas, cuentos e historias que suelo leer de la cultura mbya guaraní. Hay una leyenda que habla sobre una diosa que se llamaba Yvoty (flor) que se enamoró de un mortal Jaki. Su aldea estaba en guerra con la aldea vecina, la guerra duró varios meses. Jaki era el líder de su tribu. En plena batalla lo mataron con un flechazo, Yvoty se sintió muy triste y desató una tormenta sobre el lugar. Luego cuando terminó la tormenta el lugar estaba deshabitado y no quedaba nada más que abono en su superficie. La diosa echó semillas, luego envió una lluvia mansa y poco a poco el lugar se transformó en un exuberante monte con un arroyo donde se juntaban los animales a beber. A ese lugar lo llamaron ‘Yvy Porá’”, explicó el niño.Juan Pablo contó que dentro de sus preferencias de lectura le “interesa leer sobre la naturaleza de nuestra provincia y la historia de Andrés Guacurarí. También me gusta el fútbol y tengo el sueño de ser un jugador de un equipo importante. Estoy muy agradecido a mi familia que siempre me apoya para que pueda superarme teniendo en cuenta que nuestra escuela y nuestra localidad está lejos de la ciudad y no tenemos las mismas oportunidades que otros chicos”, dijo.





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