POSADAS. La Universidad Cuenca del Plata, sede Posadas, dictará a partir de agosto la Tecnicatura Universitaria en Prevención de la Drogadicción. Ayer, las autoridades de esta casa de altos estudios presentaron la nueva oferta académica en un desayuno de trabajo del que participaron representantes de instituciones medias y terciarias, de las fuerzas provinciales y nacionales. En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, la coordinadora de Relaciones Institucionales y Extensión de la UCP, Myriam Gauvry; y la delegada regional de esa institución, Laura Jacobacci, no sólo hablaron de esta nueva formación sino también del rol que debe cumplir la universidad. “Ante el avance de las adicciones en la sociedad, cada vez a edades más tempranas, podemos preocuparnos, escandalizarnos o tratar de hacer algo. Nosotros elegimos no quedarnos en lo discursivo, sino intervenir en la realidad pues esta es la función de la universidad”, remarcó Jacobacci. En este sentido, Gauvry señaló que “formaremos profesionales pro-activos que puedan interactuar con todos los estamentos de la sociedad, con las ONG, los clubes, las parroquias… porque no tenemos que ignorar que la droga está en todos los niveles sociales y en todos los ámbitos. Puede ser un compañero de trabajo o de estudio, un amigo, un hijo… y tenemos que empezar a involucrarnos. A nuestra sociedad le falta involucrarse con los problemas que son graves”. Título de validez nacional La Tecnicatura Universitaria en Prevención de la Drogadicción fue aprobada por el Ministerio de Educación de la Nación (resolución 1850/ 2011). “Otorga un título de validez nacional. Atento a la problemática actual, formamos técnicos para asesorar, trabajar en proyectos acompañados siempre de un profesional de la salud mental, trabajar en instituciones, formar equipos de trabajo. El campo profesional es de asesoramiento, prevención y acción”, destacaron. Tiene tres años de duración y su modalidad es presencial. No obstante, para facilitar la asistencia de las personas que trabajan, las clases se dictarán de 18 a 23. Los más vulnerables Según indicó Gauvry, “los chicos son la franja más vulnerable. A ellos buscan los vendedores de sustancias ilegales, primero para incentivar el consumo y la adicción; y luego para introducirlos en el circuito de comercialización”. Recordó que una idea muy extendida entre las personas, especialmente entre los más jóvenes, es “me drogo pero puedo manejar la situación, me drogo hasta donde quiero”, cuando en realidad las adicciones no se manejan sino que nos manejan a nosotros. Destacó que “esta carrera está orientada a la prevención pero también al rescate de los adictos” y recordó que Misiones no tiene centros de rescate de adicciones en el sector público que permitan la internación; “sí hay centros de este tipo organizados, manejados por un grupo religioso al que conocemos porque los chicos venden panes en el centro. También hay otras instituciones que hacen esta tarea desde la sociedad civil, pero no desde el Estado”, precisó. En materia de prevención, la tarea de los padres es básica. “Hay pocos padres que se involucran en la educación emocional de sus hijos y ahí empiezan los problemas. Tenemos que fortalecer a nuestros hijos para que puedan decir que no y para eso debemos ponerles límites. A los padres nos cuenta mucho poner límites cuando trabajamos todo el día y llegamos a casa muy cansados… es más fácil decir que sí”, reflexionó.





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