POSADAS. Fue condenado ayer a la pena de 35 años de prisión un sujeto conocido como el “Chacal de Cerro Corá”, tras ser hallado culpable de abusar sexualmente y en forma reiterada de sus tres hijas biológicas, su hijastra y una pequeña nieta de ocho años, señaló un vocero judicial. El imputado, de 57 años, llegó al banquillo de los acusados luego de ser denunciado en 2011 por las propias víctimas, quienes soportaron años antes de animarse a romper el silencio. Durante el debate oral, pero no público y que se llevó a cabo en la sala de audiencias del Tribunal Penal Uno de Posadas, trascendieron detalles terribles acerca de los tormentos que vivieron las menores a manos del depravado. En ese sentido se supo que fueron abrumadoras las evidencias y los testimonios, para que finalmente se expidiera el citado Tribunal, dictando una dura sentencia condenatoria. Se dijo inocenteEl juicio, que constó de dos jornadas -la última se concretó ayer- había comenzado con el testimonio del acusado, quien hizo uso de la palabra y al declarar ante los jueces les manifestó que “era inocente”, basando estos dichos en que “había cuidado a las menores durante años y porque su madre las había abandonado”, precisó un portavoz del caso. Seguidamente, comenzando con la rueda de testimoniales, una de las hijas biológicas del imputado habría relatado que “desde que tenía ocho años era abusada sexualmente por su propio progenitor, y que esta situación lamentablemente también se fue reiterando con sus otras dos hermanitas”. Por si fuera poco, la víctima, quien actualmente es mayor de edad, contó que “los sometimientos sexuales continuaron hasta que eran adolescentes”, indicó la misma fuente. Consultada por las partes acerca de porqué no se animaba a radicar una denuncia, la misma habría afirmado que “tenía temor a ser agredida por su padre”, ya que durante todos esos años de padecimientos “habría sido amenazada”. Sin embargo, la joven habría afirmado que “al enterarse de un hecho en particular, decidió a ir ante las autoridades y romper el silencio”. La propia nietaLo que la testigo consideró un “hecho aberrante” y que la decidió a realizar la denuncia, fue el enterarse que su hija menor (nieta del acusado), “también había sido objeto de abuso sexual”, siempre de acuerdo a lo que salió a la luz durante el juicio. En el debate se incorporaron justamente testimonios de la nieta del imputado, quien declaró en Cámara Gesell durante la instrucción de la causa. En sus palabras, la menor habría relatado “cómo era amenazada por su abuelo para no decir lo que estaba ocurriendo, y que los vejamenes eran perpetrados en circunstancias en que “lo iba a visitar y cuando su madre no estaba”. La escena de este abuso y de los demás por el cual el peligroso sujeto llegó al banquillo de los acusados, eran la vivienda de su propiedad, en zona rural del municipio de Cerro Corá. Durante la jornada de ayer, al cumplimentarse toda la ronda de testimoniales, surgió otro abuso sexual por el cual también fue imputado el “Chacal”. Fue tras la declaración de una hijastra (producto de una pareja que tuvo tras separarse de la madre de sus hijas), y que fue considerado en la condena. De esta manera se le sumaron cinco graves acusaciones, que finalmente y tras una breve deliberación derivaron en la dura pena que resolvió dictar el citado Tribunal, condenando al sujeto a 35 años de cárcel. Presidió el debate el juez Eduardo D’Orsaneo, junto a los camaristas Martín Errecaborde y Ángel De Jesús Cardozo.





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