POSADAS. Miedo, enojo, impotencia y otras sensaciones similares detentan los vecinos que residen en la zona lindante al By-pass que une la ruta 105 con la 12. Según los lugareños, la zona de obra no está debidamente iluminada, lo que es un grave problema por las noches, para colmo la gran mayoría de los vehículos pesados permanece estacionado en el lugar. Como consecuencia ya ocurrieron muchos accidentes menores y la gran inquietud es que la situación empeore si no se toman mayores y mejores medidas de seguridad vial. Asimismo, otra de las grandes dificultades está dada por cómo quedaron los refugios de colectivo, porque las paradas no se respetan y ya de tardecita ni se ven las zanjas de la obra. Por este motivo también hubo gente lastimada, que se cayó en los pozos que se encuentran sin resguardo. Con la demolición sistemática de muchas de las instalaciones que se encontraban allí, los conductores aprovechan la “agilidad de la ruta” para correr a más velocidad, muchas veces sin pensar en las consecuencias, ya que el incesante movimiento de las gigantescas máquinas hacen pensar lo peor. “Verdaderamente da miedo como quedó toda la zona: las máquinas que trabajan en la obra tienen ruedas que son el doble de grandes que cualquier vehículo, todos andan a una velocidad que parece excesiva, ni hablar de las motos. Ya hubo varios accidentes, y tenemos miedo que empeore”, graficó Mariela Cabañas, una vecina que recientemente pasó un horrible momento, luego de que su papá se lastimara al caer en uno de los zanjones, que como la mayoría no tiene resguardo y de noche no se ve. “Como no hay paradas, los colectivos bajan a los pasajeros en donde mejor pueden. Sin embargo es un peligro porque todo el lugar está zanjeado, es muy peligroso, de noche la gente mayor no los ve y mi papá no es el único que se lastimó”, agregó la mujer. Hay que recordar que el 20 de diciembre quedó habilitado el By-pass de las rutas 105 y 12, en total unos 18 kilómetros de la nueva ruta 12 construidos en el marco del plan de terminación de Yacyretá. Este trazado permite desviar a los vehículos y tránsito pesado que no tengan como destino la ciudad de Posadas y descongestionar la avenida Quaranta, así como también el acceso desde la Garita hasta la Rotonda. Por cierto, una importante masa de automovilistas ya opta por esta ruta para dirigirse a los barrios ubicados en inmediaciones de la ruta 213. Una de cal y una de arenaSi bien no se puede negar el impacto positivo que ya se refleja en el acceso a Posadas, porque los colectivos de larga distancia y otros camiones pesados ya circulan por las nuevas rutas habilitadas, la inquietud de la gente pasa más bien por la cuestión de la seguridad vial, por cómo se encuentra toda la zona actualmente. En una entrevista, el comisario Ramón Irala, director de Turismo y Tránsito de la zona capital, publicada por este diario, había resumido “que la circulación se tranquilizará todavía más cuando también se concluya el Acceso Sur, desde la Garita hasta el puente internacional San Roque González de Santa Cruz”, algo que la gente espera con ansias.





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