BUENOS AIRES (Medios Digitales). La primera reunión de la nueva conducción de la Unión Industrial Argentina (UIA) resumió, en tres horas, las cuatro inquietudes que acompañarán probablemente a los dirigentes fabriles de aquí al fin del mandato de Cristina Kirchner: los controles de precios, la relación con el Gobierno, las declaraciones públicas de cada ejecutivo y la caída de la competitividad.Fue, en rigor, una cristalización de viejos temores que vienen recrudeciendo, uno de los cuales adquirió relevancia el sábado, cuando la Presidenta se refirió por fin, ante una multitud en Plaza de Mayo, a la inflación. “Yo digo que los precios no los ponen los trabajadores ni el Gobierno: yo digo que los precios los fijan los empresarios y los grandes monopolios”, dijo.La presunción de los hombres de negocios, que acaban de elegir como líder a Héctor Méndez, emerge de una interpretación de la psiquis del kirchnerismo: toda vez que el Gobierno falló en la solución de un problema se dedicó a buscar culpables. Esta noción, que parte de la idea de que la escalada de precios obedece más a razones microeconómicas que macroeconómicas, es en rigor el pensamiento de Guillermo Moreno, secretario de Comercio Interior, y Axel Kicillof, viceministro de Economía.No fue casual entonces que reverdecieran en la UIA dudas sobre qué significa el mandato presidencial a Mirar para Cuidar, dirigido días atrás a la militancia. Se propuso entonces, como primera medida, repartir entre todos los ejecutivos la desgrabación de aquel programa de C5N. Daniel Funes de Rioja, líder de Copal, advirtió sobre la necesidad de estar alerta ante cualquier metodología ajena al Estado de Derecho. Y Luis Ureta Sáenz Peña, de Peugeot, pidió esperar a oír qué decía sobre los controles de precios cada representante sectorial en las reuniones de junta directiva.La perturbación es más de fondo, y tiene que ver con el modo en que los empresarios llevarán en este año electoral su relación con la Casa Rosada. Ausente José Ignacio de Mendiguren -ahora en el cargo de secretario-, Méndez tuvo que dar explicaciones sobre sus primeras palabras como conductor sobre la década “ganada” o “perdida”, según cada interpretación, que tanto molestaron en el Gobierno. La conclusión que sacaron no es nueva y resulta en cierto modo difícil de cumplir: de ahora en más, la UIA se expresará sólo a través de comunicados.Sólo el tema fabril dará de por sí un gran trabajo. Francisco Gliemmo, de la firma Gasol Platense, oficiaba como secretario e instó a analizar la competitividad de cada sector durante la próxima directiva. Serán, seguramente, conclusiones que se llevarán a la Casa Rosada si prospera lo que Méndez les transmitió a todos: un pedido para que la Presidenta reciba a todo el comité ejecutivo.




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